Hacia la Pascua
Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle
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Padre Hugo Tagle
El pasado 12 de febrero, se reunieron en Cuba el Papa Francisco y el Patriarca ortodoxo Cirilo de Moscú. El histórico encuentro, el primero entre un Pontífice y el líder de los ortodoxos rusos, es la culminación de un infatigable esfuerzo de Francisco por acercarse más a esa porción de la Iglesia ortodoxa, la más distante pero, a su vez, la de mayor número y gravitación. Los esfuerzos papales por la unidad de los cristianos no ceden. Como lo ha dicho en reiteradas ocasiones, es un escándalo que las confesiones cristianas estén desunidas. “Los conflictos, si no se superan bien, nos separan, nos separan de Dios. El conflicto puede ayudarnos a crecer, pero también nos puede dividir. La unidad es superior a los conflictos; es una gracia que debemos pedir al Señor para que nos salve de las tentaciones, de las divisiones, de las luchas entre nosotros y del egoísmo”, dijo el Papa, a propósito de la unidad tanto al interior de la Iglesia como también con las otras confesiones cristianas.
Pero la unidad no se construye a punta de solo buenas intenciones. Se debe traducir en gestos concretos. En esa línea se encuentra la propuesta papal de tener una sola celebración de la Pascua. El Papa Francisco ya sugirió hace un tiempo que la Iglesia católica está dispuesta a celebrar la Semana Santa en una “fecha fija” que podría ser la segunda semana de abril, coincidiendo el día de Pascua con el segundo domingo de ese mes. “Desde el beato Pablo VI, se está buscando la unidad de la fecha de la Pascua, lo más definitivo tendrá que ser una fecha fija”, señaló el Papa a mediados del 2015. El tema no es menor. Que las grandes confesiones cristianas celebren juntas la fecha más importante de su calendario sería un signo elocuente de que, efectivamente, son más las cosas que nos unen que aquellas que nos separan. La Iglesia católica está dispuesta a renunciar a la celebración pascual como hasta ahora, en el primer solsticio después de la luna llena de marzo. Como dijo irónicamente el Papa a propósito del tema: “¿Cuándo resucita tu Cristo? Mi Cristo hoy, el tuyo la semana que viene”. La unidad de los cristianos, en un mundo tan interconectado y cada vez más pequeño, es de suma importancia. Sería un signo muy fuerte y significativo que toda la cristiandad celebre la resurrección de Jesús el mismo día. En lugares de misión, como Asia o África, resulta triste ver a confesiones cristianas “pelearse” fieles, anunciando la victoria de Cristo ante la muerte en festividades distintas. Los signos pueden más que las palabras. Éste, es uno de ellos.