Se buscan padres
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Padre Hugo Tagle
A raíz de los destrozos en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), la presidenta del Centro de Padres, Miriam Carvajal, hizo un llamado a los apoderados a que “asuman la responsabilidad que tienen con sus hijos”. La pura y santa verdad. He echado de menos la mano paternal en todo esto de las marchas y demandas escolares. Mucho más en las tomas, un acto de violencia irracional, desmesurado y cobarde. Los alumnos que participaron de las tomas tienen padres, viven en una familia, ¿dónde están?.
Comparto la idea que ellos deben asumir solidariamente el costo de los daños. A punta de lamentos y exclamaciones de estupor y perplejidad no se repara el daño ocasionado.
El punto no es menor. La reparación de los destrozos en el INBA y todos los establecimientos tomados, tiene un carácter casi simbólico. Con ello, los alumnos contribuirían a revalidar ante la opinión pública sus anhelos de una mejor educación. De ahí que es un imperativo que padres y apoderados paguen los millones que cuesta su arreglo. Que destinen una modesta cuota de la osadía e inteligencia que usaron para tomarse el plantel en diseñar un plan para juntar el dinero. Así, nos mostrarán al resto de los chilenos cómo se puede mejorar la educación en los hechos, empezando por el cuidado de los establecimientos.
Chile es casi un país de huérfanos. Demasiado padre ausente, de medio tiempo, que evade su responsabilidad familiar. Mucha televisión chatarra, “sacar la vuelta” ante las tareas domésticas, poco tiempo para hijos y familia. La violencia estudiantil es directa consecuencia de una falta de referente paterno, de autoridad. Cosechamos lo que sembramos en años de desidia y pusilanimidad. Las consignas repetidas por los escolares dejan en evidencia que perdieron el rumbo y, de paso, la empatía de la ciudadanía. Lo triste es que el entorno de esos pocos violentistas se muestra apático y temeroso. Es de esperar que esa mayoría timorata espabile y muestre al país que se puede luchar por una mejor educación en forma pacífica, usando los canales que nos hemos dado en democracia. Los extremos a nada conducen. Solo perjudican los legítimos derechos de la mayoría.
Ayer celebramos el día del Padre. Necesitamos buenos padres. Sea usted uno de ellos. Papás conscientes de su tarea y responsabilidad, entregados a sus hijos, disponibles y entusiastas. Papás que estén con sus hijos, que los orienten hacia el bien, que les fijen sanos límites, que los estimulen a ser buenas personas, generosos, respetuosos y trabajadores. Que Dios Padre, los bendiga y acompañe.
¡Gracias papás!