Productividad para un crecimiento inclusivo
Luis Felipe Céspedes Ministro de Economía, Fomento y Turismo
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La semana pasada se realizó en París, Francia, la reunión ministerial anual de la OCDE, instancia en que por primera vez desde su entrada a la organización en 2010, fue encabezada por Chile. El tema fue la “Productividad para un crecimiento inclusivo” y cómo potenciar la producción velando por una adecuada generación de oportunidades.
Los desafíos establecidos en la OCDE son claros: recuperar la senda de crecimiento económico a través del comercio internacional y la inversión, elaborar planes considerando los bajos precios de materias primas, pero sobre todo establecer acciones desde una perspectiva de integración.
En Chile y desde el Ministerio de Economía estamos abordando estos temas en forma decidida. Chile declaró el 2016 como el Año de la Productividad, el cual, en conjunto con las medidas de la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento, busca instalar en el ADN de nuestras empresas las capacidades requeridas para aumentar la productividad en conjunto con la construcción de sociedad más inclusiva.
Debemos caminar hacia una economía basada en el conocimiento y la innovación para desarrollar nuevos productos y procesos cuyos beneficios se repartan de manera más inclusiva. Buscamos activar la experimentación y la innovación especialmente en las pymes, impulsar el emprendimiento sobre todo entre mujeres y en regiones, y fortalecer la colaboración entre entidades públicas, universidades y la industria privada, en áreas estratégicas para el país.
Parar ello, tenemos que avanzar a lo menos en cuatro dimensiones. La primera es diversificar y enriquecer nuestra matriz productiva a través de los Programas Estratégicos de Especialización Inteligente, tales como Minería, Alimentos Saludables, Turismo, Industria Solar e Industria Inteligente. La segunda es democratizar las rutinas de innovación mediante los instrumentos de CORFO y en el sector público a través de Laboratorio de Gobierno.
Una tercera dimensión es potenciar fuertemente la I+D para alinear los objetivos entre las universidades y el sector productivo y, en cuarto lugar fortalecer la institucionalidad para potenciar el impacto de la acción pública y evaluar los recursos destinados a políticas públicas de ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento.
Y en estos tenemos avances concretos. Más del 80% de los beneficiarios de CORFO son Pymes que no han sido beneficiarios; Start-up Chile ha llegado a regiones (de 0% a 27% de los proyectos) con espacios de Cowork en cada región del país; se creará una red de 50 Centros de Desarrollo de Negocios en el país y se abrirán Centros de Extensionismo tecnológico en cinco núcleos productivo-regionales.
Estos son grandes avances, pero los desafíos que nos planteamos en la OCDE no se acaban con dicha reunión, muy por el contrario, pavimentan el camino que debemos seguir para avanzar en una sociedad inclusiva. Es por esto que en París se convocó todos los ministros de Hacienda y Economía de Latinoamérica a seguir trabajando en esta materia.
El 5 y 6 de diciembre en Santiago realizaremos un seminario donde se abordará un marco de cooperación estratégico y horizontal para apoyar prioridades claves de la región tales como: fortalecer sus instituciones y la gobernanza, aumentar la productividad y mejorar la inclusión social.
Sabemos que el trabajo conjunto es esencial y aprender de las experiencias de nuestros vecinos es invaluable. Implementaremos distintas iniciativas que sean prioritarias para los países miembros de la OCDE, con el fin de acortar las brechas de ciertos sectores tan importantes como las pymes, tomando acciones de largo plazo, ya que este impulso a la productividad debe ser mantenido para que tenga un verdadero impacto.