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Propuestas inmediatas para el sector eléctrico

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En el último tiempo nos hemos concentrado en evaluar la situación eléctrica del país con un diagnóstico común: con urgencia necesitamos generar las condiciones para incorporar mayor oferta eléctrica, avanzando así hacia la matriz que Chile necesita: eficiente, competitiva y más limpia. Cómo lograrlo representa un importante desafío y oportunidad.



La energía eléctrica debe seguir apuntalando el crecimiento que hemos experimentado en los últimos años. El escenario actual no es un problema de la industria minera o de las grandes empresas, sino que nos afecta a todos. Contar con mayor oferta eléctrica impacta directamente en el desarrollo y, por lo tanto, en la calidad de vida de cada uno de los chilenos.

Hoy el sector de la generación enfrenta nuevos riesgos. Ya no basta con tener un estudio de impacto ambiental aprobado, ni los permisos necesarios para concretar una iniciativa eléctrica.

Considerando este escenario, existen dos medidas concretas en las que podemos avanzar.

La primera es la manera en cómo se abordarán las futuras licitaciones y aquí el gobierno tiene un rol clave. Se espera que este año se liciten más de 29.000 GWh para abastecer una parte del consumo de clientes regulados desde el año 2015 a 2032. Esto equivale a una capacidad instalada de 11.000 MW de energía eólica ó 5.600 MW en hidroeléctricas ó 4.000 MW en termoeléctricas, considerando factores de planta de 30%, 60% y 85%, respectivamente.

La autoridad está trabajando en la creación de estas bases de licitación, las que deben incorporar mecanismos que consideren los riesgos del sector de la generación. Así lograremos una mayor competencia y avanzaremos en la concreción de los proyectos que necesitamos.

La realidad ha demostrado la complejidad de estos procesos. En 2012 hubo cuatro licitaciones, sólo una se adjudicó, dos resultaron desiertas y una parcialmente desierta. Esto no es casualidad. El diseño de las licitaciones no ha representado las complejidades del mercado actual.

La segunda medida relevante es la participación de las comunidades en los proyectos y sus beneficios. Para despejar la oposición a éstos es clave dejar parte de los impuestos que pagan las empresas en las áreas donde se emplazan. Al implementar un mecanismo participativo, que además no sume más costos a los proyectos, estaremos cambiando la forma de dialogar y, por lo tanto, lograremos avanzar. Es momento de actuar.

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