Un nuevo desafío, el envejecimiento de la población

Según Naciones Unidas, de mantenerse la tendencia actual, la población mundial aumentará en más de 2.000 millones de personas en 2050. Lejos de parecer un problema a largo plazo, la cuestión demográfica supone un reto que debe abordarse de manera inmediata. El desafío demográfico radica también, en su composición. La población mundial está envejeciendo, trayendo con ello una serie de problemáticas complejas que modifican la oferta y demanda.

La natalidad está cayendo en el mundo, cambiando el modo de configuración de las familias, sus necesidades, y por lo tanto las empresas y servicios deberán también adaptarse. Hacia la mitad del presente siglo, se prevé que la población de Chile llegará a los 20.205.000 habitantes. De esta forma, crecerá a un ritmo menor durante los próximos 50 años. Este menor ritmo de crecimiento de la población chilena, sumado a una baja en la mortalidad, generará un considerable aumento en los mayores de 65 años de edad.

Las variaciones demográficas son uno de los elementos responsables de los grandes cambios sociales y especialmente económicos. Empleo y educación, pero también consumo y modelos productivos, entre otros sectores se verán modificados. La evolución demográfica y el envejecimiento de la población acarrearán cambios en los comportamientos, o, al menos, serían necesarios. La solución a los problemas económicos derivados del envejecimiento no sólo tiene que ver con medidas demográficas que apuntan a recuperar los índices de natalidad. La cuestión no sólo es cuántos somos, sino cómo hacemos las cosas. Es difícil saber cómo serán nuestros hábitos y nuestro ocio en 2050, aunque tendremos que comportarnos de manera distinta, quienes sean capaces de anticiparse a esas nuevas formas serán los grandes ganadores. El reto es importante. No es solo mantener el Estado de bienestar, sino el propio sistema económico y social, y por extensión, el urbanismo. Naciones Unidas calcula que los 2.000 millones de nuevos habitantes vivirán principalmente en ciudades y, ante ese escenario, los cambios necesarios para enfrentarla deben comenzar hoy y la solución a los desafíos generados por la evolución demográfica deberá ser abordada con el compromiso del sector público y privado.