Editorial

Complejidades del royalty minero

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Como parte de la reforma tributaria recién ingresada al Congreso por el Gobierno, se propone un royalty a la minería, adicional al impuesto específico que ya paga esa industria. El nuevo tributo está más enfocado en la gran minería -más de 50.000 toneladas métricas de cobre fino al año-, un sector que el Gobierno estima que está en condiciones de hacer una mayor contribución a las arcas fiscales.

Si bien esto último está abierto a discusión, el proyecto de royalty admite reparos en al menos dos dimensiones: su composición y su oportunidad.

El proyecto de royalty propuesto por el Gobierno admite reparos en al menos dos dimensiones: su composición y su oportunidad.

El proyecto ya endurecía los términos de la iniciativa que se tramita en el Senado desde el año pasado, pero las recientes indicaciones sustitutivas introducidas por Hacienda agregan un elemento adicional imprevisto para la industria. Así, ya se contemplaba un polémico régimen que supone gravar tanto las ventas de mineral como las utilidades de las empresas, lo que implica pagar impuestos incluso cuando la operación produzca pérdidas, y que además las mineras privadas estiman regresivo, pues arriesga afectar más a las faenas de menor tamaño. Ahora, además, a la tasa de 32% aplicada al factor rentabilidad para un precio del cobre de hasta cinco dólares por libra, se suma una tasa adicional de 36% para cuando el precio supere dicho valor.

Junto con ser mecanismos que, según expertos, implican valores más altos que competidores cercanos, como Perú -afectando la competitividad de la minería nacional-, lo anterior no puede abstraerse de un contexto económico complejo que no puede considerarse pasajero, tanto por el alto nivel de la inflación como por la amenaza de una recesión económica global.

Si bien no existe un momento idóneo para plantear reformas tributarias -incluso las que se justifican, lo que es debatible aquí-, el Ejecutivo parece dispuesto a impulsar la suya ignorando el contexto. Más que consecuente con su plan de gobierno, ser ajeno a las circunstancias arriesga ser poco responsable.

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