Draghi y la inyección para reanimar a la eurozona

El Banco Central Europeo lanzó el jueves una batería de medidas para inyectar dinamismo a la débil recuperación y alejar la amenaza de la deflación. El paquete fue calificado como histórico, con elementos como una tasa nominal negativa para los depósitos, lo que ubicó al emisor europeo como el primero de los grandes bancos centrales en incursionar en aguas desconocidas para la mayoría de las autoridades monetarias.

Sin embargo, luego de una euforia inicial, la recepción del mercado fue tibia. El presidente del BCE, Mario Draghi, telegrafió la jugada durante varios meses antes de actuar, y el problema de manejar las expectativas para mover al mercado es que, cuando finalmente llega el anuncio, su impacto ya está asimilado.

Existen, además, algunas críticas concretas. La tasa negativa diseñada para motivar a los bancos a otorgar crédito podría golpear a una industria ya complicada por mayores exigencias de reservas. Pero, más allá de esto, el elemento más potente del anuncio fue la promesa de Draghi: “Pensamos que es un paquete significativo. Pero, ¿hemos terminado con esto? La respuesta es no”. Así, la autoridad dejó entrever que si los últimos anuncios no son suficientes vendrán nuevas medidas.