Editorial

Fondo y seguro único de salud

  • T+
  • T-

Compartir

Una profunda preocupación y malestar a nivel de entidades privadas de salud ha generado la idea de la comisión asesora presidencial para la reforma al sistema que plantea la creación de un fondo y seguro único de salud. Hasta donde se ha esbozado, dicho mecanismo, que operaría como un seguro que se financiaría con el 7% de cotizaciones actuales más aportes estatales, relegaría a los actuales operadores del sector, dejando en un primer plano a este agente central de tipo estatal.

De acuerdo con representantes de los actuales aseguradores privados (Isapres) como de prestadores, dicha reforma supone un cambio radical en las reglas del juego que, aparte de tener visos de inconstitucionalidad, representa una expropiación de las cotizaciones obligatorias que hoy realizan más de tres millones de cotizantes de las Isapres. De acuerdo con los aseguradores privados, dicha propuesta sería en los hechos la estatización de un sector y una velada transformación de una cotización obligatoria en un impuesto.

A nivel de prestadores las aprensiones tienen que ver con el impacto que dicho cambio tendría en la actual estructura del mercado, donde no se descarta que algunos prestadores desaparezcan, ya que a los usuarios se les haría más caro acudir a ellos al no poder contar en los mismos términos que hoy a su cotización para el financiamiento de las prestaciones.

A todas luces este tema tiene profundas implicancias y amerita, más allá de los ruidos que introduce en las expectativas de los agentes económicos, un debate más profundo sobre los modelos implícitos en juego y el derecho de propiedad, temas cada vez más presentes en la agenda pública.

Lo más leído