Infraestructura para el crecimiento
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El desarrollo de la infraestructura es una apuesta segura por el crecimiento, dado su evidente impacto en inversión, reducción de costos y productividad. Los países que además han hecho un marcado énfasis en la apertura de sus mercados y en el comercio exterior, ven en carreteras, puertos y logística en general, un aliado muy valioso, sino imprescindible.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó ayer su informe sobre panorama económico, en el que elevó en una décima la proyección para el crecimiento del PIB 2018 y 2019 de nuestro país, dejándolo en un 2,9%.
El organismo pronosticó que la economía chilena está recuperándose gracias a una mejoría en la confianza de las empresas y de las exportaciones, impulsada por tasas de interés históricamente bajas, demanda externa más alta y precios del cobre más firmes.
Pero junto con esas más auspiciosas expectativas para Chile, la OCDE hizo una advertencia: si no se concretan las inversiones delineadas en infraestructura, el desempeño económico podría verse afectado. “El declive de la inversión en infraestructura podría pesar sobre el crecimiento de largo plazo, si el aumento planificado en proyectos de sociedad público-privada no se materializa”, sostuvo el organismo.
La advertencia tiene asidero pues la inversión en infraestructura en Chile se ha ralentizado en los últimos años a la par de una menor expansión de la actividad económica. Iniciativas como el Fondo de Infraestructura, la ampliación de las inversiones de las AFP en instrumentos alternativos y las concesiones van en la dirección de apostar por este rubro clave para el crecimiento.
