Editorial

Mercado laboral y mejores expectativas

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El Centro de Microdatos de la Universidad de Chile reveló esta semana dos encuestas que vinieron a confirmar el mejor escenario económico con el que el país se apresta a cerrar 2017.

La primera medición, y de mayor impacto -dado que influye en los ingresos de las familias chilenas-, se refiere a la situación laboral en el Gran Santiago. A la luz de distintas cifras, la lectura final es auspiciosa: la tasa de desocupación se situó en 7,2% en septiembre, el mismo nivel de hace un año pero más baja que en junio; la cantidad de ocupados alcanzó un récord de unas tres millones de personas; la participación de la mujer subió y el desempleo en el segmento juvenil retrocedió 2,4 puntos porcentuales en doce meses a 14,7%.

En algunos casos, incluso se trata de registros definitivamente históricos y que se condicen con una actividad productiva que parece embarcada en una tendencia de recuperación, aunque aún su fortaleza no es clara.

La segunda medición decidora fue la Encuesta de Expectativas Económicas, que mostró un fuerte repunte de la confianza de los consumidores -transversal a todos los estratos socioeconómicos- en el Gran Santiago en el trimestre terminado en septiembre hasta alcanzar su nivel más alto desde mediados de 2014.

Asumiendo la etapa en que se conocen estos antecedentes y la cercanía con las elecciones presidencial y parlamentarias, es evidente que la tarea de aquí hacia adelante de las actuales autoridades y, por sobre todo de las venideras, será la de actuar en consecuencia con el fortalecimiento de la reactivación de la economía. Responsabilidad y seriedad en las propuestas será otro aporte para procurar el bienestar de los chilenos.

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