Salvaguardias al vino en Brasil

Son varios los flancos abiertos que tiene el país en materia de relaciones comerciales.
Uno de los más importantes son los que afectan a los productos que se exportan a Argentina, luego de la puesta en marcha de una serie de trabas a la comercialización.
Pero, sin duda, uno de los que se puede torna más relevante es el que tiene relación con las salvaguardias que el gobierno de Brasil busca aplicar para la importación de vino.
Diez años es el máximo que contempla la legislación brasileña para la vigencia de una salvaguardia, lapso que complicaría a la industria nacional si es que avanza la iniciativa de imponer dichas medidas a las importaciones de vino fino.

Las autoridades brasileñas fijaron un período de 40 días para que las partes interesadas se hagan parte del proceso y entreguen sus argumentos, lapso en el cual se puede hacer mucho para evitar una traba como ésta.
De hecho, Chile, como origen, podría pedir ser excluido de la salvaguardia o incluido en la investigación que se está llevando para determinar la factibilidad de la medida, pedida por un conjunto de agrupaciones de ese país.
Lo lamentable de toda esta situación es que producto de las buenas relaciones que Chile ha tenido por años con Brasil, las compañías chilenas han apostado a este mercado para diversificar sus exportaciones.
Hoy Brasil es un socio comercial relevante para Chile, no sólo por el intercambio actual, sino por el abanico de oportunidades que representa para el futuro, por lo cual es de suma urgencia analizar la situación actual que podría complicar a la industria del vino y prevenir otras que pudieran afectar a otras industrias.