Editorial

Un costo innecesario y riesgoso

  • T+
  • T-

Compartir

Luego de cuatro meses de iniciado el gobierno de la presidenta Bachelet, empieza a ver la luz un nuevo sistema tributario. Independiente del monto que se recaudaría de esta significativa alza de tributos y de cómo sería gastado, aspectos sobre los que existen serios reparos, tampoco resulta con una evaluación positiva la forma en que se ha llevado a cabo esta discusión. La excesiva premura de todo el proceso sin duda es un atentado contra el resultado del mismo.

Si bien es cierto que despejar la incertidumbre tributaria constituye un paso importante en el actual escenario económico, esto también se habría logrado estableciendo los elementos centrales de la reforma, pero dejando más tiempo para el proceso de discusión legislativa. Esto no habría generado ningún problema fiscal en términos de recursos, considerando que la implementación de la reforma será gradual en el tiempo.

En una reforma de la magnitud de esta, y además en un tema que de por sí es extremadamente complejo, el que se haya contado con menos de dos semanas para introducir las indicaciones a la reforma original raya en la irresponsabilidad. Tampoco parecen razonables los plazos para la discusión parlamentaria de las modificaciones emanadas del acuerdo, considerando que el comparado del proyecto original con las indicaciones tiene alrededor de 600 páginas.

En definitiva, no sólo tendríamos como resultado una Ley de la Renta notoriamente más compleja que la actual, sino también con una alta probabilidad de errores en su redacción, lo que finalmente termina siendo una de las fuentes principales de elusión.

Lo más leído