Opinión

Las grandes enseñanzas de un pequeño país

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Hace aproximadamente un año me comentaron acerca de un viaje a Israel que estaban organizando la Fundación País Digital y la Red de Alta Dirección de la UDD. Fui invitado informalmente a unirme a dicha misión, como representante de la comunidad judía y de una empresa vinculada al ámbito de las TIC.



Me pareció una oportunidad única que no podía dejar pasar. Fueron tres las razones que no me hicieron dudar: el reencontrarme con Israel después de 28 años; la posibilidad de unirme a un excelente grupo de personas y la nutrida e interesante agenda de visitas y reuniones que de seguro se desarrollaría, como había sido la tónica anteriormente en España, China e India.

La experiencia en Israel fue extraordinaria. Conocimos más de cerca el modelo económico de Israel y tratamos de comprender los factores que han hecho que este pequeño país llegase a la cima del desarrollo mundial, con el mayor número de emprendimientos del mundo fuera de EE.UU., como se expone en el libro Start-up Nation, de San Senor y Saul Singer. El diagnóstico fue claro: una visión y propósito compartidos por su población, amor y pasión por Israel, capital humano extraordinario generado por la inmigración y un ejército demandante de tecnología, han hecho que este país sea hoy un modelo y referente único en el mundo, probablemente muy difícil de imitar e imposible de replicar. Un país que se ha desarrollado a partir de la escasez, sin recursos naturales y sin paz duradera, pero con un sentido de sana ambición que los ha hecho superar todas las adversidades. Como lo dijo Simon Peres en la reunión sostenida con el grupo: el inconformismo permanente del judío, unido a una visión de futuro, han sido el motor hacia la búsqueda de la excelencia permanente. En nuestra reflexión grupal, el último día de la gira, no podíamos disimular la admiración por Israel. Muchos sólo conocían vagamente este rincón del mundo, sólo a través de las noticias bélicas de la prensa local e internacional. La mayoría fue cautivado rápidamente por su gente, su cultura y su extraordinario nivel de desarrollo, declarándose verdaderos hinchas de Israel. Todos volvimos con ideas e ilusiones, las que esperamos poder aportar desde nuestro sitial para contribuir a alcanzar nuestro anhelado desarrollo.

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