Durante su larga vida juntos, casi 70 años compartidos, el matrimonio de filósofos Carla Cordua y Roberto Torretti fueron acumulando muchos libros. Tanto, que formaron la que se considera una de las mejores bibliotecas del tema en el país.
Una buena parte de esos volúmenes los habían adquirido durante sus largas estadías en el extranjero. Cuando él murió a fines de 2022, su esposa dejó la casa amplia que compartieron durante años en Los Dominicos y se mudó a un departamento pequeño en Providencia. Fue entonces que decidió hacer efectivo lo que ambos habían decidido cuatro o cinco años antes: donar todos esos libros, más de 8 mil volúmenes, a la Universidad Diego Portales. Cordua lo habló directamente con el rector de la UDP, Carlos Peña, con quien mantiene contacto frecuente y cercano.
Hoy los libros de Cordua y Torretti están siendo catalogados en la universidad y están ubicados todos juntos en estanterías del quinto piso de la Biblioteca Nicanor Parra, en el centro de Santiago.
“Podemos decir que por ahora es una de las colecciones más grandes de filosofía del país, en diversos idiomas. Varios de los libros tienen anotaciones de ambos. Esta impresionante colección refleja una amplia gama de pensamientos filosóficos y tradiciones intelectuales, lo que la convierte en un recurso indispensable para estudiantes, investigadores y académicos”, señala Alejandro Martínez, director de Archivos UDP.
El público que asiste a esta biblioteca ya tiene acceso a consultar la llamada Colección Cordua-Torretti. Martínez explica que aún no han inaugurado este archivo, “dado que estamos todavía procesando. Tengo proyectado inaugurarlo el próximo año en una serie que titulamos ‘Biblioteca de intelectuales’, la cual responde a las diferentes colecciones de bibliotecas de intelectuales chilenos que la universidad posee: Alfonso Calderón, Pedro Pablo Guerrero y Luis Sánchez Latorre, por nombrar algunas”.
Y agrega: “La incorporación de esta colección reafirma el compromiso de esta universidad con la promoción del conocimiento, la investigación y el acceso a recursos de alta calidad que contribuyen al desarrollo intelectual y cultural de Chile. No sólo beneficiará a la comunidad académica de la UDP, sino que también servirá como un valioso legado para futuras generaciones”.
Esta nueva colección se une a otras que la UDP ya ha ido presentando durante el tiempo. En abril pasado, por ejemplo, lanzó el Archivo Presidente Ricardo Lagos, que fue cedido por el propio ex mandatario: 200.000 documentos de texto, audio, video y fotografía que documentan exhaustivamente su vida tanto pública como privada.
Otras “colecciones de autor” que han encontrado sitio en la UDP incluyen las de nombres como Rodrigo Lira, Raúl Zurita, José Donoso, Roberto Merino o Luis Sánchez Latorre.
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