El próximo 13 de noviembre Julio César Ponce Lerou, nacido en Santiago, pero considerado un calerano, ingeniero forestal, ex líder de Conaf y de Corfo y, por supuesto, de SQM, va a cumplir 80 años. Y como todo cambio de ciclo, en su entorno hay ya una discusión de cómo lo van a celebrar. A Ponce no le gustan las fiestas y es muy reservado, pero los amigos y cercanos sí quieren hacer algo especial.
Algo alejado de una de sus grandes pasiones -los caballos y la equitación-, pero no del deporte y la música clásica, este jueves Ponce sorprendió al mercado con una declaración, planteando que legaba el “control y dirección, en lo profesional y patrimonial” a su familia, nombrando específicamente como sucesora a su hija, Francisca Ponce. Una hora antes, las sociedades cascadas, a través de las que controla de facto SQM, anunciaban una simplificación societaria, por la cual quedarán sólo dos: Oro Blanco y Potasios en la nueva estructura.
Escrito de su puño y letra y enviado mediante la casilla de correo declaraciónjunio2025@gmail.com, hay varias claves que explican el sentido de oportunidad que tomó para enviar ahora este mensaje cuando, en estricto rigor, Ponce ya no es parte desde 2015 de los directorios, ni de la propia SQM, ni de las sociedades cascadas. De la firma minera había salido en abril de ese año, y de las cascadas pocos meses después de aquello, en septiembre.
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Ponce “hace noticia” y “habla” de manera inteligente y muy en contadas ocasiones, dicen en su entorno. Lo hizo cuando en 2014, tras prestar declaración en la Fiscalía por una querella contra el exsuperintendente Fernando Coloma en el marco del bullado Caso Cascadas, responsabilizó a Sebastián Piñera: “Voy a decir una sola cosa: si Su Excelencia, el Presidente de la República, no hubiese participado en las cascadas, no habría caso cascadas”, dijo a la prensa.
Un año después, lo propio hizo al dejar la presidencia de SQM, en medio de otro bullado caso, cuando había explotado el financiamiento irregular a la política, un caso que, coincidentemente, hoy vive etapas cruciales, en la clausura del juicio oral que tiene a uno de sus mano derecha y ex gerente general de SQM por un cuarto de siglo, Patricio Contesse González, entre los formalizados. “Hace 28 años atrás esta compañía estaba casi en quiebra, hoy día es líder a nivel mundial en su área. Y para mí lo más importante es el futuro de Soquimich. Muchas gracias”, dijo Ponce en abril de 2015.
Y tras una década de silencio, este jueves lanzó la nueva declaración, en la que dejó en claro que él es quien está al mando y tomaba la decisión. “Ahora, en el momento, lugar y forma en que yo así lo he decidido, es que también quiero comunicar que dejaré de ser un protagonista de esta historia”, dijo al mercado.
Varias son las circunstancias que se superponen en este crucial momentum. Su ya mencionado ciclo de vida. La progresiva salida desde su círculo más cercano de Patricio Contesse Fica. El momento que viven las sociedades cascadas, hoy ordenadas para emprender una esperada fusión y optimización que se evaluaba desde 2021 (ver recuadro). Y la situación que atraviesa la anunciada alianza SQM-Codelco para prorrogar hasta el 2060 la explotación del litio por parte de la minera privada en el Salar de Atacama, en sociedad con la minera estatal. Otros profundizan en que también es una nueva señal en lo que se podría circunscribir en una transición para afianzar criterios de una renovada gobernanza (ESG) en las cascadas, por ejemplo, con el nombramiento en marzo de este año de la abogada Marcela Insunza como gerenta de Ética y Cumplimiento Regulatorio. Movimiento similar a lo que ocurrió en SQM con la llegada de Gina Ocqueteau a la presidencia de la minera hace poco más de una semana.
El factor Codelco
Aunque hay versiones matizadas, personas que conocen a Julio Ponce son claras en que por supuesto en su decisión hay un mensaje implícito en medio de los duros cuestionamientos que en las últimas semanas ha tenido el acuerdo que permitirá a SQM extender más allá del contrato actual -que termina en 2030- su presencia y explotación del litio en el Salar de Atacama. Candidatos presidenciales de derecha e izquierda han manifestado reparos y su intención de revisar el acuerdo, reflotándose los reparos de por qué el Gobierno no optó por una licitación abierta, y sí por una negociación directa con SQM.
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Y más allá de las razones técnicas que pueda haber para uno u otro lado -el riesgo o no del valle productivo y de poner en riesgo la continuidad de las operaciones en el salar-, Julio Ponce tiene clarísimo que en al menos parte del espectro político -el de izquierda-, en la base de ese cuestionamiento está su propia figura, por su inevitable ligazón histórica como exyerno de Augusto Pinochet.
Y si bien la elegida como su indiscutida sucesora, Francisca Ponce Pinochet, es nieta del otrora gobernante y se evaluó el riesgo de poner justo ahora en la palestra pública los apellidos Ponce y Pinochet en medio de este escenario, prevaleció una tesis. Ella es mujer, un rostro nuevo, y por edad -nació el 11 de noviembre de 1979, es decir, tiene 45 años-, no se la puede vincular a ningún hecho sucedido siendo una niña y adolescente. “La odiosidad es contra Julio Ponce”, dicen en el entorno del empresario, quienes agregan que Francisca Ponce -radicada en Canadá-, más temprano que tarde va a regresar a Chile, y que mirado en un horizonte de largo plazo está también su recalada en SQM.
Claro que para eso deberá esperar seis años, lo mismo que sus hermanos. Según la negociación que en 2017 selló la Corfo con SQM, ni Julio Ponce ni sus parientes hasta segundo grado de consanguinidad pueden ejercer cargos directivos en SQM hasta el 31 de diciembre de 2030. Y en virtud de la nueva negociación que lideró Codelco, aunque no se dan nombres, se estableció que en la nueva empresa que formarán SQM y la estatal, no podrán ejercer cargos directivos quienes ya hayan sido directores de ambas mineras por más de 10 años. O sea, sin nombrarlo, la prohibición alcanza a Julio Ponce. Pero no para sus hijos, quienes nunca han estado en el directorio de SQM. Francisca y sus hermanos podrían ser nominados por SQM para la nueva sociedad, que del 2031 en adelante estará a cargo y controlará Codelco.
La heredera
Empoderada y sin la sombra del padre. Así definen cómo Francisca Lucía, la tercera de los cuatro hermanos Ponce Pinochet, se ha movido en su nuevo rol de vicepresidenta de las cascadas desde el año pasado. Y desde esta semana, aunque sea simbólicamente, ungida como la legataria del poder económico y patrimonial de los Ponce Pinochet.
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La egresada en 1998 del Lincoln International School, relacionadora pública de la Uniacc, con un diplomado en administración de empresas en Berkeley y un MBA en la UC, ha estado cada vez más presente en Chile, a pesar de vivir en Canadá con su pareja Juan Carlos Álvarez Font, con quien tienen una sociedad comercial domiciliada en Ontario.
Detallista e involucrada en cada uno de los pasos de la reorganización de las sociedades, la vicepresidenta de las sociedades ha tomado cada vez más protagonismo y lo seguirá teniendo, dicen cercanos al grupo.
Desde siempre ha sido la más involucrada en los negocios del padre, por lo que el camino natural era que ella tomara las riendas. Ha demostrado que se maneja muy bien en ese ambiente, le acomoda, y hace una excelente dupla con Catalina Silva, la gerenta general de las cascadas.
Mientras que sus hermanos Daniela Verónica y Alejandro Augusto sí participan en los directorios de las cascadas, el único que no lo hace es el hermano mayor, Julio César. En todo caso, los cuatro hermanos tienen el control final de la estructura arriba de las cascadas. En Panamá, donde está alojado el trust que Julio Ponce Lerou legó a sus hijos, Pacific Atlantic International Holding Corporation, los cuatro tienen un 25% cada uno, según la memoria de Norte Grande.
Francisca Ponce tiene nula actividad propia en Chile, según registros oficiales. Suma dos propiedades avaladas en $ 106.447.095 y un vehículo, y no ha creado nuevas sociedades. La última actuación conjunta que tuvieron con sus hermanos fue para ir a una notaría a rechazar recibir su parte en la herencia de su abuela, Lucía Hiriart, que falleció en 2021.
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En marzo de 2007, en un municipio de Nicaragua Francisca Ponce se casó con el nicaragüense Juan Carlos Porta Pallais, sobrino del reconocido político opositor José Pallais Arana. Pero en agosto de 2018 se divorciaron. Desde entonces no se ha vuelto a casar.
El próximo 11 de noviembre, dos días antes de que su padre cumpla los 80 años, Francisca Ponce celebrará su cumpleaños número 46, esta vez como la representante oficial de todo el imperio familiar.
El mayor de los cuatro Ponce Pinochet es Julio César, nacido el 30 de mayo de 1970. Ingeniero comercial de la U. de Regis, Denver, Colorado, en el pasado trabajó en ventas en SQM. Le sigue Alejandro Augusto, nacido el 2 de enero de 1972 y quien estudió en una universidad en Virginia y en el pasado tuvo negocios con Cristoph Schiess, un emprendimiento eléctrico de una central hidroeléctrica en el sur. Y tras Francisca Lucía, viene la menor del clan, Daniela Verónica, nacida el 24 de enero de 1984, quien con su hermana tuvo en el pasado un emprendimiento en el sector oriente de la RM, llamado Mazaccone Coffee Bar.
El rol del “pequeño”
Hijo del médico cirujano Julio Gustavo Ponce Zamora y de la enfermera Lucía Alicia Lerou Ballesteros, el artífice de SQM es el mayor de cuatro hermanos Ponce Lerou. Tras Julio Ponce, vienen Gustavo Patricio, ex embajador de Chile en Japón, maestro de yoga y la meditación, y quien en el pasado instaló incluso un hotel en Los Vilos, Canal OM. Luego, Lucia Gabriela, quien se desempeñó como médico en el sur de Chile. Y después, Luis Eugenio, a quien sus hermanos apodan el “pequeño”, precisamente por ser el menor. Más conocido por su segundo nombre, es quien desde tiempos inmemoriales ha sido la mano derecha de Julio Ponce en los negocios, su confidente y consejero. A Eugenio Ponce se le atribuye el armado de la red comercial que catapultó el éxito de SQM. Fue gerente de ventas (1981), gerente comercial y de operaciones (1988), gerente general de SQM Nitratos (1991) y desde el 2000 a 2016 fue vicepresidente comercial de la minera.
Ingeniero mecánico de la Universidad Católica de Valparaíso y con afición por los aviones -es piloto-, aún hoy es el asesor y mano derecha del actual gerente general de SQM, Ricardo Ramos. Tiene oficina a su lado en las históricas dependencias de El Trovador, en el piso 6, en Las Condes. Participa de los viajes corporativos -a él se le atribuye el impulso a la expansión de SQM en Australia, uno de los últimos logros de la minera-; y es nexo con las cascadas. Ese rol quedó claro esta semana cuando en su misiva, Julio Ponce fue explicito en reconocerlo, al decir que su hija Francisca “será acompañada, al igual que siempre lo hizo conmigo, del invaluable consejo de mi hermano Eugenio Ponce”.
¿Adiós al (ex) delfin?
El juego de piezas en el círculo de Ponce Lerou recuerda a la familia Roy, de la serie Succesion, aunque con variaciones en el desenlace. Julio Ponce se apoyó siempre en su mano derecha histórico, su amigo Patricio Contesse González, el ex gerente de SQM por 25 años. Pero desde que cayó en desgracia por el financiamiento ilegal a la política, fue su hijo, el abogado Patricio Contesse Fica quien tomó la posta. En la serie, es finalmente un personaje que no es hijo del fundador quien toma el poder total. En las cascadas pudo haber pasado lo mismo. Pero no.
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Delfín, el elegido, mano derecha, hijo putativo, y hasta el heredero. Todos esos apodos recibió Contesse Fica, hasta que su influencia se desmoronó en distintos actos. En 2021 dejó de ser director ejecutivo, aunque se mantuvo como vicepresidente de la red de cascadas hasta 2024, cuando salió de todas ellas. En su lugar asumió Francisca Ponce, su némesis.
Tras varias consultas al círculo de Contesse Fica nadie tiene muy claro el origen del distanciamiento, que ha llegado a extremos de casi no hablarse. Todos apuestan a que los días de Contesse cerca de Ponce están contados y más temprano que tarde dejará de recibir el apoyo de los votos del Grupo Pampa para ser electo en SQM. Ya fue relegado sólo a un director más luego de haber ocupado la vicepresidencia, cargo que ahora tomó Gonzalo Guerrero, quien traspasó la presidencia a Gina Ocqueteau.
De todas formas, las cascadas y SQM de hoy le deben mucho a Contesse Fica. Desde que en 2015 Ponce dejó Soqui y las cascadas, comenzó un arduo trabajo de blindar a la empresa, defenderla de los intentos hostiles por arrebatarles la influencia en SQM y ordenarlo todo en la medida de lo posible. En paralelo vinieron las causas judiciales del caso cascadas, las defensas por las platas políticas, el acuerdo con Corfo y el ingreso de Tianqi en la minera. En todo momento, Contesse Fica estuvo al pie del cañón operando a nombre de Ponce. Muchos veían que el abogado estaba tan empoderado que podía ser el gestor de la fortuna.
Otras personas descartan una rivalidad y cuentan que más bien el mismo Contesse Fica sabía que tendría que dar paso a un integrante de la familia. El tema era cuándo.
Hoy, Contesse Fica sigue abocado a sus propios negocios y ha tomado un rol relevante en Invercap, la sociedad de inversión del empresario Juan Rassmuss, principal accionista de CAP.
Una casa ordenada
2021 fue el año clave. En junio de ese año, los directorios de las cascadas definieron empezar un largo camino para fusionarse. Era más un anhelo del mercado que de su controlador, Julio Ponce Lerou, a quien esa estructura le daba espacio de maniobra en lo tributario y para obtener mejores financiamientos. Luego de años, ficharon al estudio de Soledad Recabarren y delinearon ordenar la casa.
Lo primero que hicieron fue acogerse a convenios de pago con el Servicio de Impuestos Internos (SII) por liquidaciones tributarias desde 2011 en adelante. En marzo del 2022, Norte Grande hizo una caución de US$ 1,6 millones, equivalente a un 35% de la cuantía del posible avenimiento con el Servicio, y provisionó por el total de US$ 4,48 millones para cerrar cinco liquidaciones de impuestos impugnadas para los años 2011, 2012 y 2013.
Oro Blanco hizo lo mismo: adelantó US$ 7 millones, y provisionó US$ 20,85 millones; Pampa Calichera caucionó US$ 9 millones, e hizo provisiones por US$ 24,36 millones. Por último, Nitratos adelantó US$ 28 mil, y provisionó US$ 78 mil. En total, ese 7 de marzo depositaron al SII casi US$ 18 millones y provisionaron otros US$ 50 millones.
En agosto de 2022, el SII dirigido entonces por Hernán Frigolett, aprobó todas las solicitudes, “otorgando la condonación del 100% de los intereses y multas relativos a las liquidaciones mencionadas”.
Check. Tributariamente, las cascadas estaban mucho más ordenadas. De hecho, en sus estados financieros de 2021 tenía 13 juicios tributarios y otras tantas disputas administrativas las sociedades Norte Grande, Pampa Calichera, Oro Blanco y Nitratos. A marzo de este año, hay nueve causas judicializadas sólo de Pampa Calichera, pero todos ellas en la Corte de Apelaciones o en la Suprema y con opinión optimista de triunfo de sus abogados. Tanto así que esperan recuperar US$ 14 millones en impuestos.
El segundo reordenamiento, el financiero, lo inició Patricio Contesse Fica, y lo continuó Francisca Ponce, siempre ambos acompañados de Catalina Silva, la gerenta general que llegó en marzo de 2021.
Si a fines de 2021 tenían deudas con Scotiabank, Itaú Corpbanca, BTG, Security, Consorcio y el internacional por más de US$ 125 millones; a fines de este año no tendrán ninguna deuda bancaria, porque el 11 de mayo pagaron el crédito que les dio BTG el año pasado por US$ 15 millones, mientras que el 20 de agosto deben saldar la deuda con el Security: Pampa por US$ 64 millones y Potasios otros US$ 11 millones.
La única obligación que quedaría abierta sería el bono de Pampa Calichera, cuyo vencimiento es el 15 de junio de 2030. Cada amortización anual es de US$ 60,8 millones y quedan US$ 300 millones por pagar, el que sería traspasado a la nueva estructura de las cascadas.
Asimismo, Ponce también fue aumentando su participación en la cascada más arriba, Norte Grande. Si a fines de 2021 tenía, a través de Inversiones SQYA, el 73% de la propiedad, a marzo de este año llegó al 81% de la propiedad. El resto de los accionistas casi no han variado y se mantienen la corredora de BTG Pactual y un fondo de inversión de Moneda en las primeras posiciones. El único que ya no aparece entre los 10 principales es la compañía de seguros de vida de Consorcio que tenía el 4,7% de las acciones en 2021. De los nuevos, este 2025 aparece Megeve entre los principales. El vehículo de inversión de los Solari Donaggio tiene el 0,53% de la propiedad de Norte Grande.
Con la casa ordenada efectivamente, y con una próxima inyección de capital ya aprobada por US$ 125 millones para Norte Grande, US$ 84 millones para Oro Blanco, otros US$ 38 millones en Nitratos, US$ 35 millones en Potasios y Pampa Calichera US$ 80 millones, las sociedades quedarán mucho mejor capitalizadas y ese capital fresco se traspasa una vez que se fusionen aguas arriba o abajo. Con ello, además, no usarán utilidades de SQM en pagar el costoso proceso de fusión y derechos de retiro de minoritarios.
Eso sí, el aumento de capital no se hará antes de septiembre, una vez que tengan el último estado financiero auditado. Detonándose el aumento de capital, se activan las gestiones para fusionar y dar opción de que minoritarios puedan salir de la nueva estructura. Todavía no hay un banco de inversión contratado, pero en el mercado varios quieren tener ese deal.
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