El actual momento económico tiene inquieto a Felipe Larraín. El exministro de Hacienda y académico de la Universidad Católica ve con decepción que el país se haya “acostumbrado” a crecer a tasas en torno a 1%-2%, lejos del promedio de los últimos 30 años del orden de 5%.
Por lo mismo, critica que algunos hayan “festejado” que la actividad no se contrajera en marzo y más bien creciera 0,2% en medio del fuerte impulso fiscal y los efectos negativos de la huelga en Escondida.
“Es difícil decir que ya pasó lo peor. Chile está mejor que los países en recesión en América Latina como Argentina y Brasil. Pero entre los países que crecen Chile es de los que menos crece en la región y el mundo emergente. Entonces, ¿qué es lo mejor? ¿A qué espiramos”, señala el también miembro del comando de la candidatura del expresidente Sebastián Piñera.
A casi una semana de que el exmandatario lanzara las bases programáticas, que serán los insumos de su eventual programa de gobierno, Larraín aterriza los principales anuncios en materia económica, como la simplificación a la reforma tributaria, la revisión de la laboral y la promesa de duplicar la tasa de crecimiento respecto a lo registrado en la actual administración.
“El récord de crecimiento de este gobierno es paupérrimo. Pasar de crecer a 5,3% promedio a 1,8% es lamentable”, dice.
- ¿Cuánto de eso es estructural? El ministro Valdés dijo que al país se le olvidó crear nuevos negocios.
- Ese cuento tiene resabios de los años 60, esa es una tesis que trataron de esgrimir y que se deshizo en el aire. O sea, ¿de repente se nos olvidó cómo crecer? ¿Justo se nos olvidó crecer cuando llegó el gobierno de la Nueva Mayoría? Qué curioso, la Nueva Mayoría produce un efecto amnésico en el sector empresarial chileno. Yo no me trago ese cuento, fue un intento de desviar la atención y no asumir la responsabilidad que tiene este gobierno en el frenazo de la economía chilena.
- ¿Y cómo se puede dejar atrás ese escenario?
- Cuando las cosas están bien y los incentivos son correctos, el ambiente es propicio al emprendimiento, hay un desarrollo muy potente. Yo soy optimista de Chile hacia adelante, porque creo que la gran parte del problema es interno y la solución está en nosotros como país. El crecimiento no se da por suerte o por el destino. Uno no puede pretender hacer las cosas mal, como se han hecho en Chile en estos tres años, y crecer bien. Lo que hay que hacer no es solo eliminar la incertidumbre, eso es solo parte del problema. Hay un problema de malas reformas que quedan y un clima anti emprendimiento que se creó y hay que modificar.
- ¿Qué escenario macro hay detrás de las bases programáticas?
- Nosotros vamos a prometer lo que de corazón creemos que podemos cumplir, eso es responsabilidad. Aquí podríamos haber dicho “bueno, crecimos 5%, volveremos a crecer al 5%” ¡No! No creemos que sea posible volver a crecer a lo que crecimos el gobierno anterior. Hemos planteado un crecimiento que puede estar entre 3,5% y 4%, algo que claramente no pasará el primer año. Pero hacia adelante podemos crecer a esa cifra de manera más sostenible.
- ¿Cómo llegan a esa cifra?
- El crecimiento potencial se ubica en torno al 3%, hoy existe la capacidad para crecer a esa cifra. ¿Qué tenemos que hacer? Reformas y mejorar las condiciones para empujar hacia arriba el crecimiento potencial. Eso es algo que no ocurre en un año, pero a lo que aspiramos es a duplicar el crecimiento con las actuales potencialidades que tiene la economía chilena y empujar después ese PIB potencial hacia arriba.
- ¿No es iluso pensar que con un cambio de gobierno se mejoran las expectativas?
- Un escenario probable es que si se consolida la candidatura de Sebastián Piñera, eso mejorará las expectativas. Tenemos que motivar la inversión y si eso ocurre vamos a tener una mejora en la economía hacia el segundo semestre. Eso es justamente lo inverso que sucedió cuando en junio de 2013 la Nueva Mayoría presentó su programa de gobierno. Ahora, hemos sido claros en el tema de las expectativas: no queremos vender voladores de luces y decir que volveremos a crecer al 5%.
Pero no podemos apostar solo por la confianza para la recuperación económica. Hay que enmendar reformas y hacer otras cosas, como lo que hemos planteado en materia tributaria, laboral y en inversión pública. Hay que dar los incentivos adecuados para que la gente responda.
Impuestos: “Chile va contra el tránsito”
- En la reforma tributaria, ¿cómo se calzarán las cifras para no afectar la recaudación? La integración de los sistemas y la baja del impuesto corporativo impactarán la recaudación total.
- Estamos en proceso de estudio, pero quiero decir que seremos fiscalmente responsables. Esto significa que vamos a mantener similares los niveles de recaudación y que vamos a estudiar la estructura tributaria y en eso estamos hoy.
- ¿La integración total implicará que se elimina la dualidad entre integración parcial y renta atribuida?
- Eso es algo que estudiaremos con más detalle. Pero en principio creemos que el sistema que debería dominar mayoritariamente es el integrado por renta percibida, no el de renta atribuida.
- Hacienda ha sido crítico de su propuesta, diciendo que no se pueden bajar los impuestos a las empresas por la estrecha situación fiscal.
- Nuestra rebaja será para acercarnos al promedio de la OCDE. Aquí no hay nada relacionado con Trump y su fuerte baja de impuestos. Los países en los últimos años han tendido a bajar sus tasas de impuestos a las empresas y no lo hacen por hacerle cariño a las empresas. Por ejemplo, Noruega y Dinamarca bajaron los impuestos a las empresas, y en el mundo los impuestos corporativos han bajado de 27% a 24% en los últimos seis años. Y mientras el mundo rebaja los impuestos a las empresas para estimular la inversión, Chile va contra la dirección del tránsito. Nosotros estamos hablando de poner a Chile en posición de competir adecuadamente por capitales en el mundo. Tampoco creamos que somos una economía tan fantástica que aunque pongamos cualquier tasa de impuestos, la gente va a llegar acá a invertir.
- ¿Cuáles son las opciones sobre la mesa? ¿Las compensaciones?
- En primer lugar habrá una compensación porque vamos a tener mayor crecimiento económico y así vamos a tener mayor recaudación. Eso hay que considerarlo.
Y, segundo, estamos reestudiando la estructura tributaria, no tenemos ninguna definición respecto a qué impuestos se van a tocar, pero vamos a buscar aquellos que tengan los efectos más bajos posibles en crecimiento e inversión. Lo que estamos buscando es que este país se vuelva a poner de pie, que vuelva a crecer y a crecer en serio. No a crecer en broma, como estamos creciendo hoy.
- ¿Estamos hablando de impuestos específicos y a las personas?
- No hemos tomado definiciones, pero no estamos analizando aumentos de impuestos a las personas.
- ¿Volvería a ser ministro?
- Estoy trabajando ahora como parte de la coordinación económica del expresidente. Nuestro objetivo es contribuir en esta etapa y tratar de que ganemos las elecciones con una propuesta seria y tratar de recuperar el país. El tema de las pegas es algo que se verá en su momento, pero por supuesto si uno es convocado a un trabajo de gobierno es difícil restarse.
META SERÁ CREAR MÁS DE 600 MIL EMPLEOS EN CUATRO AÑOS
- ¿Cuál será la meta de creación de empleo en un nuevo gobierno? En el anterior se creó 1 millón de trabajos.
- Nosotros estamos hablando de duplicar la creación de empleos de este gobierno, que ha creado del orden de 80 mil por año. Pero tenemos una doble meta, porque durante este período no solamente hemos tenido una caída en la creación de empleos (en 2010-2013 eran 250 mil por año), sino también se ha deteriorado muy fuerte la calidad de los empleos.
- ¿Eso daría un total de 600 mil plazas totales?
- Algo más de 600 mil, pero además queremos mejorar la composición de los empleos.
- ¿Qué se va a modificar de la reforma laboral?
- Hay cosas que son evidentes, como el tema de la regulación de los grupos negociadores y la definición de los servicios mínimos. Entonces, obviamente que esto va a ir por la vía legal y buscaremos hacer todas las clarificaciones que se puedan, pero es un tema que vamos a tener que abordar y yo creo que los grandes temas están siendo este tema de los servicios mínimos y el tema de la regulación de los grupos negociadores, que quedaron sin regulación.
- Respecto a lo que han planteado sobre cambiar tres días feriados, por cinco días más de vacaciones, ¿bajo qué lógica funciona?
- La evidencia internacional dice que Chile tiene vacaciones relativamente cortas y muchos feriados. Ahora decir que vamos a aumentar en cinco días las vacaciones en sí mismo, que puede ser un objetivo loable, es un aumento del costo adicional para las empresas, porque estamos proponiendo vacaciones pagadas. Estamos proponiendo cinco días más de vacaciones y con la reducción de tres feriados. ¿Y qué efecto tiene esto en la economía? Un feriado para la producción tiene un efecto neto negativo, porque se paraliza la actividad económica de bienes y servicios -a menos que hablemos de restaurantes y hoteles-. En términos netos sabemos que un feriado cuesta.Las vacaciones son algo que se pueden programar, que no se toman todos al mismo tiempo, entonces, es mucho mejor desde el punto de vista económico.
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