Las polémicas de la campaña presidencial de Donald Trump no terminaron con el final de la contienda y las dudas sobre conflictos de interés generan ahora un escándalo en Argentina.
El reconocido periodista trasandino Jorge Lanata aseguró que durante la conversación telefónica que sostuvo el presidente Mauricio Macri con Trump el 14 de noviembre para felicitarlo por su triunfo, este último le pidió su ayuda para facilitar la entrega de permisos de construcción para uno de sus proyectos inmobiliarios en Buenos Aires.
“Macri lo llamó. Todavía no se contó, pero Trump le pidió que autorizaran un edificio que él está construyendo en Buenos Aires, no fue solo una charla geopolítica”, contó Lanata en el programa televisivo “Periodismo para Todos”.
Según la periodista argentina Romina Manguel, el socio de la franquicia de Trump en América Latina, la empresa inmobiliaria YY Development Group, hace tiempo que planea construir una torre de oficinas de 35 pisos en el centro de la capital argentina, pero eso “depende de la legislatura porteña” que pone los permisos de la empresa en duda. Son US$ 150 millones que están en juego, agregó.
Los portavoces de ambos mandatarios desmintieron la información. “(Macri y Trump) sólo hablaron de mantener la relación entre ambos países y recordaron la relación personal que mantuvieron años atrás”, señaló el vocero de Macri, Ivan Pavlosky. “No es cierto”, insistió uno de los voceros de Trump, Jason Miller.
Amigos y socios
Los dos políticos se conocen desde los años ‘80, cuando Macri estuvo en Nueva York por los negocios de su padre, una de las personas más ricas del país, dueño de empresas del rubro inmobiliario, automotriz y aéreo, entre otros.
“Trump tiene afecto por Macri. En marzo me preguntó cómo estaba el gobierno y cómo le estaba yendo a Mauricio. Siempre tuvo comentarios elogiosos sobre Macri”, dijo Felipe Yaryura, presidente de la empresa YY Development, que actualmente construye la lujosa Torre Trump en Punta del Este, al diario Clarín.
El mismo mandatario argentino señaló que durante su última conversación con Trump también habló con su hija Ivanka “que conoce desde los tiempos de su infancia”.
Pero las relaciones no siempre fueron amistosas. En sus memorias, Francisco Macri recuerda cómo el multimillonario hizo quebrar sus clubes de golf en represalia por haber perdido una partida contra su hijo en medio de complicadas negociaciones comerciales. Al equipo de Macri “les faltaba experiencia práctica, sobre todo en Nueva York”, dijo Trump en su libro “El arte de vender”. El argentino finalmente tuvo que vender su parte en la empresa inmobiliaria Lincoln West a Trump en 1985.
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