Golpe a Macron: renuncia jefe militar y cuestionan su estilo "autoritario"

A dos meses de haber asumido su cargo como presidente de Francia, Emmanuel Macron enfrenta la primera prueba a su autoridad: la renuncia del jefe de gabinete del Ejército, General Pierre de Villiers, genera cuestionamientos a sus decisiones y su estilo de gobierno.

El funcionario decidió dejar su cargo tras una larga disputa con el Palacio del Eliseo sobre recortes al presupuesto para defensa. Esta mañana, al anunciar su salida, señaló no sentirse "capaz de asegurar la continuidad del modelo militar".

Se trata de la primera vez que un jefe del ejército francés renuncia desde que entró en vigencia la Constitución de Charles de Gaulle en 1958. Macron llegó a su cargo tras un ascenso meteórico e impulsó su partido, La République En Marche, a la mayoría parlamentaria.

El diario francés Le Monde describió el hecho como "el momento de la verdad" para el presidente. También publicó un editorial firmada por el general (r) Vincent Desportes, quien escribió que "el comportamiento juvenil y autoritario (de Macron) ha roto la confianza" entre el gobierno y el Ejército.

El viernes, De Villiers había escrito un editorial para Figaro, describiendo "fuertes tensiones" por la "complicada situación presupuestaria".

El 13 de julio, un día antes de la celebración del Día de la Bastilla, el presidente dijo a militares que "yo soy su jefe" y que consideraba "indigno exponer ciertos debates en el público".

Las encuestas también apuntan a que la luna de miel de los franceses con su nuevo jefe de Estado está llegando a su fin. Un sondeo del instituto BVA para Orange y La Tribune este martes mostró que la aprobación de Macron perdió cinco puntos en julio y llegó a 54%. Sus detractores apuntaban a su arrogancia, autoritarismo, poca conexión con las clases obreras y excesiva atención a las comunicaciones.

La investigadora de BVA en París, Christelle Craplet, señaló a Bloomberg que los roces con las Fuerzas Armadas "envían una señal negativa y muestra disensos entre los altos mandos del Estado".

Agregó que "lo que importa ahora es cómo administra la crisis (...) Los votantes son más sensibles con temas que los afecten y los roces militares no está en el centro de sus preocupaciones. Pero Macron debería preocuparse del efecto bola de nieve".