A solo una semana de que se lleve a cabo en Alemania la cumbre de las 20 principales economías del mundo –el G20–, la canciller germana Angela Merkel lanzó ayer un duro mensaje desde la tribuna del Bundestag en contra de la política proteccionista del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de su decisión de abandonar el Acuerdo Climático alcanzado en 2015 en París.
Aunque se abstuvo de nombrar directamente al titular de la Casa Blanca, la líder europea dejó clara su posición sobre la lucha contra el cambio climático, el libre comercio y la cooperación internacional.
Los grandes desafíos “no saben de fronteras”, dijo Merkel. “Aquellos que creen que el proteccionismo y el aislacionismo son la solución para los problemas del mundo cometen un grave error”, apuntó la gobernante momentos antes de sostener una reunión clave con otros mandatarios del continente para preparar la cita de Hamburgo.
No es negociable
En un combativo discurso, Merkel explicó que el encuentro del 7 y 8 de julio pretende lograr que todos los dirigentes del grupo demuestren y admitan su responsabilidad con respecto a los desafíos que representa el cambio climático.
“Queremos y debemos superar este reto existencial y no podemos ni debemos esperar hasta que el último se convenza de las evidencias científicas sobre el cambio climático. El Acuerdo de París no es negociable ni reversible”, apuntó firmemente la canciller.
Precisamente, el anuncio de Trump a principios de este mes con el que retiró a su país del Acuerdo de París, llevó a que las históricas buenas relaciones entre Berlín y Washington entraran en un período de tensión.
Frente unido
Frente a ello, Europa se prepara para lanzar una nueva etapa dentro de la Unión Europea, marcada por la unificación de sus miembros a medida que avanza la salida del Reino Unido del bloque.
Por ello, tras su discurso, Merkel recibió al presidente francés, Emmanuel Macron; al líder español Mariano Rajoy; y a los primeros ministros del Reino Unido, Theresa May; Italia, Paolo Gentiloni; Holanda, Mark Rutte y Noruega, Ema Solberg. En el encuentro, también estuvieron presentes los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
La idea fue delinear el encuentro de Hamburgo y colocar a la UE como un frente unido ante las más recientes amenazas: el Brexit y una oleada de movimientos populistas dentro y fuera del continente.
La canciller aseguró que el bloque está muy lejos de debilitarse por la futura salida la nación británica y que espera que su trabajo, junto con el del recién llegado Macron, supongan un nuevo impulso para la región.
Ambos coincidieron en que, a pesar de las diferencias que se puedan tener con otras naciones, hay que ir tras los objetivos comunes. “No tiene sentido aislar a un solo país”, dijo Macron. Aunque hayan desacuerdos, “siempre es preferible llegar a declaraciones conjuntas”, apuntó.
Con él coincidió Merkel, quien dejó la puerta abierta para buscar “soluciones comunes” con EEUU.
Visita del líder de EEUU a Polonia desata inquietud en Bruselas por vínculos anti UE
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estará de visita el próximo 6 de julio -y por un día- en Polonia, para participar en una cumbre de líderes de Europa central, los estados Bálticos y los Balcanes, con la que Varsovia busca impulsar el acuerdo comercial regional y la infraestructura.
El viaje, que precederá a la reunión del G20 en Alemania a la que también asistirá el mandatario estadounidense, es visto por Bruselas con recelo ante la posibilidad de que desate una posición desafiante en su contra por parte de Polonia.
La cita ha sido calificada por diplomáticos del Viejo Continente como un intento por parte del Ejecutivo polaco por aumentar su influencia fuera de la Unión Europea, bloque con el que se ha enfrentado repetidamente.
En tanto, Trump tiene previsto promocionar las exportaciones de gas natural desde su país a Europa central y del este, una región fuertemente dependiente de los suministros rusos.
Cita con Rusia y México
En tanto, EEUU confirmó ayer que Trump se reunirá con su homólogo ruso, Vladimir Putin, al margen de la cumbre de las 20 principales economías del mundo pero aclaró que aún no se ha establecido una agenda para el encuentro.
Esta será la primera vez que ambos jefes de Estado se juntan en momentos de tensas relaciones, producto de las acusaciones de que Moscú interfirió en las elecciones presidenciales de la nación norteamericana y de que se coludió con la campaña del republicano.
Además, los gobiernos están enfrentados por la guerra civil en Siria, donde Moscú apoya al presidente Bashar al-Assad, y EEUU respalda a grupos rebeldes en contra del régimen.
Por otra parte, la cancillería mexicana confirmó ayer que el jefe de Estado azteca, Enrique Peña Nieto, también sostendrá un encuentro con el titular de la Casa Blanca a la par de la cumbre.
En enero, una cita entre ambos planificada para ese mes tuvo que ser cancelada luego de una disputa que mantuvieron por Twitter sobre el pago del polémico muro que Trump prometió levantar en la frontera.
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