Es muy probable que el presidente Barack Obama recuerde reuniones más cordiales en la Casa Blanca que la que acaba de mantener con Donald Trump, el candidato republicano que ha ganado las elecciones y que tomará el relevo como nuevo presidente de Estados Unidos.
Pese a que Obama ha asegurado que hará un esfuerzo para garantizar una "transición pacífica", quedó claro en su mirada que le está costando aparcar sus diferencias. Aunque ambos hicieron gala de la diplomacia, sus rostros reflejaron la tensión del momento. Los dos se han atacado mutuamente con dureza y Trump llegó a culpar a Obama de fundar el Estado Islámica.
Aun así, ambos se mostraron correctos en todo momento. Obama aseguró, sin apenas un atisbo de sonrisa, que confía en que su sucesor tenga "éxito" en su mandato por el bien del país, y en que ambos puedan trabajar juntos en los próximos dos meses de transición en "muchos de los temas" que interesan a los estadounidenses. Además, afirmó que había mantenido con Trump un "excelente" diálogo sobre política nacional e internacional, según informó Efe.
"Quiero enfatizar, señor presidente electo, que ahora vamos a hacer todo lo que podamos para ayudarle a tener éxito, porque si usted tiene éxito, el país tendrá éxito", dijo Obama al concluir su reunión con Trump en la Casa Blanca. En cualquier caso, quedó claro que el presidente que dice adiós a ocho años de mandato hubiera preferido reunirse con Hillary Clinton, la candidata demócrata que perdió de manera inesperada las elecciones del 8 de noviembre.
El proceso de transición culminará el próximo 20 de enero, cuando Donald Trump se convierta en el presidente número 45 de Estados Unidos. El magnate inmobiliario aseguró que está "impaciente" por trabajar con Obama, a quien ahora describe como un "hombre muy bueno" al que no dudará en acudir para recibir consejo durante su presidencia.
"Estoy deseando trabajar con el presidente en el futuro, incluido para pedir consejo", afirmó Trump durante una breve comparecencia ante la prensa tras su reunión con Obama.
El encuentro, según dijo el futuro presidente, iba a durar solo unos 10 o 15 minutos pero se prolongó finalmente una hora y media debido a que los dos tenían mucho de qué hablar. "Podría haber llegado a ser mucho más largo", según destacó Trump.
"Ha sido un gran honor conocerle y será un honor estar con usted muchas más veces", subrayó el empresario, que aseguró sentir un "gran respeto" por Obama.
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