Por Sebastián Valdenegro Toro
Aunque la industria se ha modernizado desde la promulgación de la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas (SADP), en 2005, entre los actores del fútbol chileno no quedan dudas de que el rubro está lejos de alcanzar el tamaño y los millones de dólares que facturan ligas como la española o la inglesa.
La mayoría de los clubes locales atraviesan una precaria situación financiera, que preocupa tanto a los equipos de mayor tamaño como a los denominados “chicos”. Sin embargo, la situación económica de los clubes al parecer comienza lentamente a mejorar.
Es que según los estados financieros enviados a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) por 15 de los 18 equipos de primera división para el ejercicio 2012, la industria redujo las pérdidas que registró en 2011, pasando de un saldo negativo acumulado de más de US$ 15 millones a un rojo de sólo US$ 2 millones el año pasado.
¿Qué sucedió? Aunque los costos de gestión de los clubes aumentaron, el alza fue compensada con incrementos en facturación por ingresos ordinarios, especialmente venta de jugadores.
En 2012, los ingresos de explotación del sistema se incrementaron casi 18%, sumando más de
US$ 150 millones, versus casi
US$ 128 millones en 2011. Mientras, los gastos de administraron aumentaron 19,5%, a US$ 26 millones frente a US$ 22 millones el ejercicio 2011.
En cuando a beneficios, Azul Azul -concesionaria de Universidad de Chile- lideró el ranking, con ganancias cercanas a US$ 9 millones. Más atrás se ubicó Cobreloa, con poco más de US$ 1 millón, seguido por San Felipe y Unión Española, con utilidades de US$ 828 mil y
US$ 245 mil respectivamente.
No todos celebran
Si bien la reducción en las pérdidas puede ser sinónimo de celebración, lo cierto es que más clubes registraron pérdidas el año pasado en relación a 2011. Es que 11 SADP concluyeron el ejercicio contable en rojo, versus nueve en 2011.
Asimismo, hay una fuerte concentración de los ingresos en los tres clubes abiertos a bolsa: Azul Azul, Blanco y Negro, y Cruzados.
Entre las tres concesionarias, captan 66% de la facturación por venta de pases y un 57% de los ingresos ordinarios. En tanto, aglutinan el 59% de los gastos.
Cobreloa, segundo en pases
Asimismo, la importante alza de los ingresos producto de venta de jugadores impactó positivamente en los balances de los clubes. Los saldos por transferencias de pases se incrementaron 38,8% entre 2011 y 2012, totalizando sobre US$ 55 millones.
Azul Azul, con ventas por
US$ 31 millones, le arrebató el primer lugar en transferencias a Colo Colo, administrado por Blanco y Negro.
Asimismo, en el segundo lugar también se dieron cambios. Cobreloa superó a Cruzados (concesionaria de Universidad Católica), facturando US$ 4,7 millones en el ejercicio, versus los US$ 4,4 millones del equipo de San Carlos de Apoquindo.
Para el cuadro de Calama, esto significó un incremento de más de 840% en sus ingresos por transferencias de jugadores en relación a 2011. En el mismo período, Cruzados facturó 38% menos en este apartado.
Según la memoria de Cobreloa, en el período se contabilizaron ingresos por venta de jugadores que pasaron por el club -el denominado mecanismo de solidaridad de la FIFA- y que luego fueron traspasados a otros equipos.
Por este concepto, ingresaron más de $ 2.100 millones a las arcas del club por la venta de Eduardo Vargas de Universidad de Chile al Nápoles de Italia; Más de $ 27 millones por derechos del jugador Lucas Barrios; sobre $ 4 millones por derechos de Jean Beausejour, $ 84 millones por Alexis Sánchez; y $ 48 millones por Junior Fernandes.
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