Cartas al Director

Señor Director:


La situación que hoy vive La Polar llama la atención no sólo por las consecuencias conocidas por toda la opinión pública, sino que también por la similitud que tiene con la crisis del sector inmobiliario ocurrida en Estados Unidos, durante 2008.
Guardando las proporciones, el parecido está dado por lo que origina el problema: la codicia, la falta de ética, y la ausencia de controles que regulen el sector. 
La expansión alcanzada por las inmobiliarias -de Estados Unidos- y La Polar está directamente relacionada con las nuevas oportunidades en las que incursionan, tales como competir con el sector financiero. Por eso no llama la atención que hoy las cadenas de farmacias, por ejemplo, también se encuentren entrando en este campo.
Esta realidad lleva a concluir la urgencia de una regulación de esta área en tierra de nadie, con una institucionalidad acorde a la nueva realidad, ya que no se puede confiar tan sólo en la bondad de los actores.
Creo y espero que lo ocurrido sea sólo un problema acotado a este caso, y no una práctica generalizada del sector, ya que de ser así se estaría afectando a todos los chilenos con sus fondos previsionales, y la imagen país también se vería dañada. 
Nuestro país, que se caracteriza por contar con una economía sólida y estable, no puede darse el lujo de perder su reputación por el temor de que la institucionalidad que sustenta el sistema sea ineficiente, inadecuada o decididamente pervertida.

César Arriagada

Director de Facultad de Administración y Negocios, sede Concepción UDLA



Señor Director:


En el inconsciente nacional está enraizado el hecho de que quienes integran los estratos socioeconómicos que representan el promedio de nuestra población, estratos socioeconómicos C2, C3 y D, han sido históricamente responsables con sus montos de endeudamiento, buenos para pagar, austeros, ajenos al consumo desmedido.
Eso hasta el reventón de La Polar. 
¿Chilenos buenos pagadores?, ¿responsables?, ¿austeros?: viejas costumbres, glorias pasadas, ¡mentira!.

Juan Luis Hernández Viera



Señor Director:


A raíz del caso de La Polar y otros que han existido en los últimos años en bancos de inversión y corredoras de bolsa y de las medidas y reacciones post escándalos, recuerdo una frase que vi hace poco por televisión que indica el mejor momento para aplicar las ideas de nuevos controles e instituciones: “¿Cuándo construyó Noé su Arca?... Antes del diluvio, hijo mío, antes del diluvio.”


Pablo Corte



Señor Director:


Creo que el mejor castigo que les podrían aplicar a los ahora ex ejecutivos de La Polar sería regalarle a cada uno de ellos una tarjeta de crédito de la misma tienda.

Miguel Muñoz



Señor Director:


Es difícil entender las causas reales por las que a Chile le cuesta tanto superar los preocupantes índices de pobreza extrema, pese a un crecimiento país sostenido en los últimos 30 años. 
Pero más difícil es entender el casi nulo progreso que hemos tenido en el mejoramiento de la calidad de vida, entendiendo a la persona como un ser integral: cuerpo sano, mente sana. Ahí es donde hay que establecer prioridades reales, suponiendo que las autoridades desean disminuir el sedentarismo y potenciar las alicaídas prácticas deportivas en los establecimientos educacionales.
No contamos con infraestructura deportiva acorde con el desarrollo de nuestro país, principalmente en la etapa fundamental, que es la escolar. Y la brecha que se ha acrecentado entre colegios particulares y municipalizados, se condice de igual forma con el nivel de infraestructura deportiva con que cuentan.
El problema mayor es que se enfrenta al deporte con los estudios, como si fueran excluyentes entre sí, imposibles de compatibilizar. Cuando dejemos de mirarnos el ombligo y nos fijemos cómo otros países han disminuido sus índices de sedentarismo, podremos decir que estamos aprendiendo.

Ian Mac Niven

Director de Interescolares U. San Sebastián