Cartas al Director
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Nuevo capítulo en relación Chile-Perú
Señor Director:
Pareciera que finalmente llegaron vientos a favor de la relación chileno-peruana, que se ha visto muchas veces empañada por diversos temas que van desde el capítulo histórico, fallos internacionales, interpretaciones, hasta la originalidad y titularidad de algún exquisito platillo.
El hecho que los peruanos hayan elegido a Pedro Pablo Kuczynski (PPK) para conducir los destinos del Perú, más allá de las rivalidades propias de la contienda política y lo acalorado de la justa electoral, posiciona al país como una nación demócrata y responsable, con una tendencia en materia política-económica y social que se mantiene a pesar de algunas manifestaciones minoritarias. Tendencias que se enfocan en mantener el modelo de desarrollo de economía de mercado, atracción de inversión extranjera, apertura comercial e inserción internacional. En materias puntuales, formalización de la economía (incentivando la formalización de micro empresas), facilitando procesos de inversión y desarrollo, con atención particular en el déficit de infraestructura que de acuerdo a data proporcionada por la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), la brecha de infraestructura en el periodo 2016-2025 bordearía US$ 159.549 millones (casi el 70% del PIB peruano anualizado), sumado a la política de diversificación productiva, énfasis en turismo, atención a beneficios sociales, mejoras en el ámbito de la educación y recuperar el control de la seguridad interna.
Lo anterior no solo es saludable para el Perú, sino para los países de la región y los bloques económicos a los que pertenece (Alianza del Pacífico por citar un ejemplo).
Un país que ha empezado a dar muestras concretas de permanencia y continuidad de sus políticas de Estado, empieza a evidenciar cierta madurez política y trascendencia gubernamental; por consiguiente, activa el interés de naciones amigas en continuar profundizando sus relaciones en diversos ámbitos.
Por lo tanto, no deberá ser ajeno para Chile el hecho que PPK haya sido presidente electo del Perú. Primero, por la cercanía que ha generado con Chile en las dos últimas décadas; segundo, por la apertura en materias de inversión extranjera; tercero, por su visión técnica y a la vez pragmática, lo que contribuiría en gran parte a que no necesariamente se politizaría la agenda bilateral y cuarto, por la trayectoria de los eventuales nombres que estarían empezando a escucharse para componer su gabinete ministerial (en su mayoría técnicos con reconocida carrera en el sector público).
Entonces, Chile deberá estar atento y dispuesto al nuevo escenario en el que entraría la relación chileno-peruana, es el momento de seguir tendiendo puentes, retomar aspectos de la agenda que se habían postergado por razones propias y encapsular aquellos que por acuerdo de partes se estimó así.
Finalmente, no es menor observar con detenimiento algunos de los siguientes indicadores los cuales evidencian el dinamismo de la relación bilateral: inversión chilena en Perú sobre US$ 16.000 millones, inversión peruana en Chile cercana a US$ 10.000 millones, sumado a los puestos de trabajo que generan dichas cifras, respecto del intercambio comercial, si bien este se ha contraído desde 2014, las cifras siguen siendo interesantes (año 2014, US$ 3.353 y 2015 US$ 2,693 millones, respectivamente). Un factor no menor que sin duda suma con creces, es la presencia de peruanos que han hecho de Chile su país, y que a febrero de este año sumaban más de 130.000, lo que ha contribuido a conocer más de cerca la idiosincrasia peruana y porque no, que hayamos hechos de su gastronomía la nuestra.
Esta relación que algunas veces vemos con escepticismo sigue dando que hablar y demuestra que no solo pasa por ser meros socios comerciales, sino que por un cúmulo de tradiciones, costumbres y usos que cada vez se integran y son digeridos por la sociedad de ambos países.
Carlos Escaffi Rubio
Giuliani
Señor Director:
Solo agradecer la visita del ex alcalde de Nueva York que nos enseñó que quienes decidimos no participar de la sacrosanta libertad de expresión de las manifestaciones, también tenemos algunos derechos a ser respetados.
Gabriel Guiloff