Agua, pilar de un desarrollo energético renovable

Chile aspira a un futuro energético más renovable. Para ello cuenta con importantes recursos naturales como el sol, el viento, el mar y el agua. De dichos recursos renovables un tercio de la capacidad instalada corresponde a centrales hidroeléctricas considerando un universo total de nuestra matriz de generación que asciende a poco más de 20 Gigawatt. Como dato adicional es importante recordar que el Ministerio de Energía ha estimado un potencial hidroeléctrico adicional de más de 11 GW entre las cuencas del Maipo y Yelcho.

El agua es un recurso compartido y con diversos usos. La hidroelectricidad se caracteriza por un uso “no consuntivo” del agua, es decir no la consume ni transforma, sólo se utiliza y una vez turbinada es devuelta a su cauce de forma inalterada. Es además una fuente energía local y renovable, lo que evita la dependencia de fuentes de energía importada. La hidroelectricidad con capacidad de regulación a través de embalse otorga una capacidad de respuesta extremadamente rápida y por sobre todo flexible ante las variaciones de la demanda, y tal como lo explicita la Política Energética 2050, es un complemento ideal para favorecer la penetración de energías intermitentes y variables como la solar o eólica.

La hidroelectricidad trae consigo múltiples beneficios al sistema eléctrico y al país en general: independencia energética; menores costos de generación; capacidad de respuesta ante fallas o imprevistos; menores emisiones de contaminantes atmosféricos y de Gases de Efecto Invernadero; mayor complementariedad con el desarrollo de proyectos turísticos, de reserva para riego y agua potable; entre otros.

Como país debemos redoblar esfuerzos por cultivar una mirada integrada sobre el uso del agua, por ello, desde hace algunos años un conjunto de actores, académicos, organizaciones ambientalistas, asociaciones de canalistas, gremios, sanitarias, mineras, comunidades de usuarios y generadores, nos hemos reunido regularmente y de manera voluntaria en torno a la Mesa de Agua y Medioambiente.

Una de las principales conclusiones de esta Mesa es que en Chile hoy no contamos con la información completa que nos permita hacer un diagnóstico compartido sobre las diversas problemáticas del agua, su disponibilidad y sus usos. Considerando aquello, proponemos replicar el trabajo realizado en la Política Energética 2050 y construir en conjunto una “Hoja de Ruta” público-privada, que además incorpore a la sociedad civil a través de un diálogo amplio, serio y con evidencia científica, que nos conduzca a contar con una Política de Recursos Hídricos de largo plazo.

Como Generadoras de Chile nos preocupa que se esté discutiendo en el Congreso una reforma tan sustancial al Código Aguas adoleciendo de un diagnóstico certero y que además sea ampliamente compartido en un tema tan importante para el futuro de Chile. Sin toda esa información y un certero diagnóstico, corremos el riesgo de limitar seriamente el desarrollo de nuestro potencial hidroeléctrico, que es además un aporte sustantivo a la mitigación del cambio climático y para la incorporación de energía solar y eólica, hipotecando de paso nuestra aspiración de contar con una matriz más renovable, objetivo central de la Política Energética de largo plazo.