Guillermo Tagle

Reforma constitucional y nueva generación en política

Guillermo Tagle Presidente Credicorp Capital

Por: Guillermo Tagle | Publicado: Martes 26 de enero de 2021 a las 04:00 hrs.
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El plebiscito de octubre pasado nos dio un ejemplo de civilización y orden institucional. También nos trajo como novedad la disposición y voluntad de participar de miles de jóvenes que por primera vez acudieron a las urnas. Luego de tantas dificultades y turbulencias que ha enfrentadoa Chile en los últimos 18 meses, hay signos de esperanza, hay señales de que podríamos estar frente a una oportunidad histórica, una nueva etapa de progreso económico y social. No es fácil lograrlo, pero es una posibilidad concreta. Entre las cosas que están en juego, que generan esa oportunidad de “dar vuelta” la historia de Chile, está la posibilidad de reivindicar la política y lograr que la ciudadanía vuelva a creer en sus líderes y en su institucionalidad.

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La elevada participación de jóvenes en el plebiscito de octubre logró, como consecuencia indirecta y posiblemente no buscada, que muchos jóvenes altamente calificados, formados profesionalmente para trabajar en cuestiones del mundo político, se animaran a involucrarse y participar como candidatos.

Si bien “la política” (y “los políticos”) han registrado una masiva tendencia al descrédito y pérdida de confianza por parte de la ciudadanía, ello no evita que sea indispensable y necesaria. La política en general, y los políticos en particular, son parte vital del funcionamiento de una Sociedad que aspira a progresar y avanzar en democracia. No es posible construir un país moderno, que avanza y progresa en paz y unidad, sin una institucionalidad política ordenada, reputada, bien organizada y capaz de promover políticas públicas efectivas y eficientes. Chile necesita con urgencia, que la ciudadanía vuelva a creer en sus líderes, en quienes conducen, organizan, gobiernan y deben promover un clima de estabilidad y paz social.

Es por ello notable y esperanzador, que un grupo numeroso de jóvenes se haya expresado dispuestos a postular para ser electos en la Convención Constituyente. Es también esperanzador, que los partidos políticos, que son también una pieza clave para el buen funcionamiento institucional de la Sociedad, hayan abierto espacios a independientes y a muchos que por primera vez se animan a competir en una elección abierta.

A pesar de que muchos optaron por crear listas propias o alternativas (justamente para “desmarcarse” del poco prestigio de la institucionalidad vigente), hubo otros que entendieron que esta era una elección fundamental en la historia de Chile. Entre muchas cosas, había que reconstruir y reivindicar la política y a pesar de los problemas provocados por años de desprestigio, tomaron la opción de apostar por la institucionalidad vigente y se inscribieron en las listas oficiales de los partidos.

En la elección de abril próximo (en que además de elegir Convencionales, habrá que votar por Alcalde, Concejales, Gobernador y Core) es un deber fundamental de cada buen ciudadano, identificar quiénes son los más calificados, quiénes son esos jóvenes bien preparados, tal vez no tan conocidos, pero que representan el cambio de espíritu, el compromiso de servicio público y las ganas de ser parte de la historia institucional de Chile. No por ambiciones de poder, no para “capturar” beneficios para sí o para sus cercanos, sino por el genuino y correcto sentido del deber cívico, que los llama a ser parte activa de la historia de la patria en una hora tan decisiva.

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