Partida con viento a favor
Guillermo Tagle Director ICARE
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Guillermo Tagle
Luego de un acto cívico ejemplar, en que Chile se mostró ante el mundo como un país ordenado, civilizado, tolerante, diverso, estable y republicano, el nuevo gobierno ha iniciado su puesta en marcha, promoviendo un clima de diálogo constructivo que hace mucho bien a todos.
En estas primeras dos semanas de actividad, de designación de autoridades, de llamados a crear acuerdos nacionales en las materias de mayor prioridad social, se empieza a generar un clima de optimismo y confianza, que hace mucho no se sentía en Chile.
Naturalmente, seguirá habiendo quienes discrepan con los planes del nuevo gobierno, seguirán surgiendo voces disidentes y que tratarán de opacar los logros de las nuevas autoridades, lo cual mientras se haga en un clima de respeto e institucionalidad, es sano, necesario y parte de lo que requiere una democracia abierta y libre.
Puede que estemos frente al inicio de una nueva era de progreso económico y social sostenido y de largo plazo, como lo plantea Felipe Kast en su presentación en Icare. Puede ser que así como en 1990 al llegar la democracia fue posible construir un país moderno y armónico que logró mejorar la condición de vida a millones de ciudadanos, estemos ahora iniciando una segunda etapa que logre en definitiva convertirnos en un país desarrollado.
Sin embargo, para lograrlo se necesitará mucho trabajo, generosidad y apertura al diálogo. Como todo sistema democrático, habrá que convencer con argumentos bien estructurados y políticas públicas bien diseñadas, a muchos que hoy son contrarios a las ideas que postula el nuevo gobierno. Será necesario desnudar también a quienes no quieren trabajar por el bien común, sino que rechazan a todos quienes no defienden sus ideas, con el único objeto de proteger sus intereses o parcelas de poder. Será necesario defenderse de los que postulan ideas sectarias y no aceptan que puedan gobernar quienes no comulgan con sus posturas. Pero claramente, haciendo las cosas bien, estamos frente a un gobierno que tiene la oportunidad de lograrlo.
En el mismo encuentro de Icare, el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, puso en blanco y negro con total claridad para la audiencia el llamado al mundo empresarial a colaborar con generosidad. Para que logremos construir una sociedad que progresa y para consolidar un proyecto de modernización social que dure muchos años, hay que cambiar la forma como hemos trabajado hasta aquí. El llamado al mundo empresarial es a mirar más allá, poner el objetivo no sólo en el resultado económico, sino también en el impacto global que cada uno provoca en la sociedad.
Para quienes tienen la capacidad de liderar empresas y emprendimientos, el llamado es a dar pasos sencillos pero extraordinarios. Que motiven y siembren con su ejemplo, las ganas de hacer las cosas bien, de poner a trabajar los talentos al servicio de los demás. Para cada uno hay una misión, cada uno puede y debe buscar dónde y cómo aportar, para mejorar la vida de los que no pueden, no saben o simplemente no han tenido la oportunidad de encontrar su camino. Efectivamente, el llamado es a salir de nuestra “zona de comodidad”. “Dar hasta que duela” decía San Alberto Hurtado, pero esta vez con la convicción de que podemos convertir ese dolor en un proyecto de vida mejor para todos los chilenos, especialmente los menos favorecidos. Cada empresa tiene que aportar con su grano de arena. Por ejemplo, estableciendo contactos con organizaciones sociales que requieren recursos, tiempo y talento para hacer las cosas de mejor manera.
Los vientos favorables que se han sentido en estas primeras dos semanas, no se pueden dejar desvanecer. Sin prisa, pero sin pausa, el llamado es a trabajar por hacer las cosas bien, con respeto y tolerancia, pero también con decisión y rigor, con excelencia, equidad y corrección. Estamos en un punto de inflexión y es responsabilidad de todos, en especial quienes están en posición de influir, hacer que este cambio de dirección permanezca y se convierta en definitivo. Chile puede ser el primer país desarrollado de América Latina y tenemos que lograrlo.