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RSE: un nuevo marco para la empresa

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no sólo es un tema apasionante. Es uno que cobra cada vez mayor valor estratégico dentro de la empresa chilena...

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La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no sólo es un tema apasionante. Es uno que cobra cada vez mayor valor estratégico dentro de la empresa chilena. Es una herramienta, una manera de hacer los negocios, que ha evolucionado mucho en los últimos años y es también parte integral de los planes de desarrollo de muchas de las mejores empresas. Baste pensar la importancia que está adquiriendo en este marco el concepto de sustentabilidad de la actividad empresarial.

El objetivo de la actividad empresarial ha sido tradicionalmente la creación de riqueza. No obstante, este primer nivel de obligaciones ha sido objeto de cambio hacia lo que se denomina la creación de “valor compartido”. La obligación del empresario es, por tanto, primeramente con su empresa, sus propietarios y trabajadores, pero sin descuidar las variables de su entorno y de las relaciones con la comunidad.

Hoy importa tanto el qué se produce, como el cómo se produce. No sólo importa el balance económico. Importa el balance social y el medio ambiental Y la comunidad así lo entiende, exigiendo cada día más fuertemente a las empresas y a los empresarios para que adopten estas herramientas y principios de la responsabilidad social empresarial.

En este marco de mayores exigencias para la empresa, nos preguntamos cómo enfrentarán estos desafíos aquellas de menor tamaño. Nos preocupa cómo la PYME o pequeños proveedores de grandes empresas puedan adaptar sus procesos productivos y sus modelos de trabajo para que cumplan con la normativa que se les está “imponiendo” desde más arriba. Nos preocupa no sólo que puedan acceder a la información adecuada, sino que estas nuevas exigencias sean posibles de financiar y no terminen por “ahogar” a estos pequeños empresarios.

¿Qué se puede hacer para ayudarlos? ¿Están las grandes empresas dispuestas a colaborar en este proceso? Por cierto que creemos que sí, y sabemos de muchas empresas que lo hacen en forma metódica y habitual, sobre todo porque son parte interesada en el proceso. Si no cuentan con variedad de proveedores, sus costos también crecerán. Por lo tanto, este es el camino donde todos ganan. Gana el empresario, gana su proveedor PYME y gana la sociedad en su conjunto. Sólo así la empresa se asegura su sostenibilidad en el tiempo.

Como se trata de un camino nuevo y cambiante, iniciativas como el Premio AmCham al Buen Ciudadano Empresarial son un aporte concreto y por eso AmCham las impulsa y valora altamente. Y por noveno año consecutivo AmCham convoca a las empresas a presentar sus programas de RSE a este reconocimiento. Estamos convencidos que ha sido un aporte importante para el desarrollo de más y mejores programas sociales y comunitarios. La mayor difusión de lo que concretamente hacen las empresas en este ámbito deviene en modelos y prácticas para todo el mundo empresario. Reconocimientos como éste muestran que la conducta sustentable de las empresas es un camino posible y que hay experiencias en Chile que se pueden y deben compartir con la comunidad empresarial.

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