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Columnistas

Un momento clave para la inversión extranjera

Jorge Pizarro Cristi

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 12 de septiembre de 2014 a las 05:00 hrs.

Jorge Pizarro Cristi

La Cámara de Diputados ha aprobado con una amplia mayoría la reforma tributaria propuesta por el gobierno. Con ello, no sólo dio luz verde para que la iniciativa sea finalmente una ley, sino que derogó el Decreto Ley 600, un mecanismo de transferencia de capitales extranjeros que databa de 1974. El fin del D.L.600, que se hará efectivo a partir del 1 de enero de 2016, constituye un hito dentro de la estrategia del país para atraer inversión extranjera, y presenta una oportunidad que Chile no tenía hace más de treinta años: la de analizar qué inversión extranjera necesitamos para alcanzar el desarrollo que buscamos como país, y cómo queremos atraerla.

¿Por qué es un momento clave? Porque la inversión extranjera juega un papel determinante para lograr las metas que se ha propuesto este gobierno y para enfrentar la desaceleración de nuestra economía. La presidenta Michelle Bachelet ha sido clara en sostener que la inversión extranjera es vital para alcanzar nuestras metas de desarrollo, por cuanto cumple un rol relevante al dinamizar, diversificar y generar valor en nuestra economía.

Los resultados de los últimos años, en que nuestro país ha recibido cifras históricas de inversión extranjera, son producto de políticas coherentes, instituciones sólidas y una economía abierta y globalizada, factores que han otorgado estabilidad y seguridad a los inversionistas extranjeros los últimos 25 años. Estas características son pilares de nuestra economía, y constituyen un patrimonio de todos los chilenos que no sólo debemos cuidar, sino que mejorar y potenciar de cara a los desafíos que enfrentamos como nación y que este gobierno ha asumido como propios en su programa.

Según datos de las Naciones Unidas, Chile fue el decimoséptimo receptor de inversión extranjera a nivel mundial durante 2013, ubicándose además en el tercer puesto a nivel latinoamericano, bajo mercados con un tamaño mayor, como Brasil y México. Acá no hay dobles lecturas: necesitamos seguir registrando un flujo importante de inversión foránea, pero ahora también apuntando a contar con inversión de calidad. Es decir, inversión sustentable y sostenible tanto ambiental como socialmente, que cree empleo, que vaya a las regiones más rezagadas y a sectores estratégicos para el país como lo son, por ejemplo, energía e infraestructura, áreas donde el gobierno tiene agendas sectoriales y desafíos específicos; a sectores que aportan valor, como las industrias relacionadas con la innovación, la tecnología, el turismo y los proveedores de la minería. Estamos hablando de inversión que además sea un aporte para nuestra oferta exportadora en sectores como la minería, la industria alimentaria, y también en nuestra exportación de servicios. En definitiva, inversión que agregue valor a nuestra matriz productiva. Para poder atraer esa inversión, no podemos seguir estancados en una política pasiva. En la carrera global por atraer los capitales extranjeros, estamos compitiendo con un modelo del 74.

Chile ha sido exitoso y pionero en materias comerciales. Nuestra red de tratados, con 23 acuerdos de libre comercio firmados con 61 países, no sólo nos da acceso hoy al 85% del PIB mundial, potenciando la presencia de productos chilenos en mercados antes impensados, sino que nos permitió dar un salto cualitativo y cuantitativo que benefició de manera evidente a nuestra oferta exportadora. Es hora de que repliquemos ese fenómeno para atraer más y mejor inversión extranjera. Para lograrlo, necesitamos contar con una institucionalidad moderna y que esté al día con las mejores prácticas y estándares a nivel mundial.

Hablamos de una institución con una estrategia país, que se adapte a las necesidades dinámicas de los inversionistas extranjeros, que nos permita competir con nuestros mejores argumentos con otros mercados, y que además incorpore tanto a los inversionistas que ya están instalados en Chile, como al mundo privado en general.

El primer paso para lograr esta nueva institucionalidad se dará la próxima semana, cuando la Comisión Transversal para la Inversión Extranjera, encabezada por el Ministro de Economía y creada en el marco del acuerdo por la reforma tributaria firmado en el Congreso, sesione por primera vez. Esta instancia nos permitirá por primera vez en mucho tiempo, fijar nuestros objetivos incorporando la mirada de todos los sectores políticos y los distintos argumentos técnicos. De esta manera, Chile contará con una nueva carta de navegación para los años que vienen, con un sentido país, una visión transversal y con el apoyo de los sectores público y privado. Sin duda, este es un momento clave.

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