Termina el mandato de Donald Trump
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La Presidencia de Donald Trump concluye este miércoles tal como comenzó: sumida en la controversia. Si en 2017 se debió a los variados escándalos de su campaña electoral y las acusaciones de una posible intervención rusa en la votación, en 2021 es porque enfrenta un inédito segundo juicio político durante su mandato, esta vez con apoyo de congresistas republicanos, además de un también inédito (y muy discutible) veto en las redes sociales Facebook, Instagram y Twitter.
El propio Trump se encargó de que su mandato terminara en desgracia por la manera irresponsable en que incitó a sus partidarios que asaltaron violentamente el Capitolio hace dos semanas, un hito sin precedentes en la historia del país y que terminó causando cinco muertes. Que la cúpula militar lo calificara, en una carta que se hizo pública, como “un asalto directo a nuestro proceso constitucional”, da cuenta de un momento especialmente convulso para la vida nacional y el proceso político.
Es virtualmente imposible, al menos por ahora, hacer un balance objetivo de los cuatro años de Trump, porque esta ha sido una Presidencia anómala, tan marcada por la retórica incendiaria, la personalidad conflictiva y las polémicas medidas del mandatario, como por la reacción que ellas provocaron entre sus detractores y partidarios. No sólo Trump es responsable de que la sociedad norteamericana esté hoy más dividida y polarizada, sino también los otros actores que vieron en su acceso al poder la clave para la redención/perdición nacional, ya fueran los electores, los medios de comunicación o los partidos políticos.
El veto de las redes sociales al Presidente en ejercicio refleja ese clima y debe ser profundamente analizado, porque sienta un preocupante precedente tanto para la libertad de expresión como para el proceso democrático. Es, por cierto, una discusión que trasciende a Trump y a Estados Unidos, pues tiene que ver con la compleja interacción entre esfera pública y empresas privadas en la sociedad de la información, y la eventual conveniencia de regularla mejor.