Una profecía autocumplida, así define Maitetxu Larraechea, directora ejecutiva de Ingeniosas, el sesgo de género en las STEM (acrónimo en inglés para ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Que las mujeres se sientan menos dotadas para desarrollarse en estos ámbitos suele ser una consecuencia de su entorno desde la primera infancia, agrega.
Larraechea cita la evidencia recopilada por un estudio realizado en distintas partes del mundo y replicado en nuestro país bajo el título “La inclusión de las niñas en las aulas de matemáticas chilenas: Sesgo de género en las redes de interacciones profesor-estudiante”. La investigación -liderada por la doctora Lorena Ortega, del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile- concluye que existe un 23% menos de interacciones iniciadas por los docentes con las alumnas mujeres que con los hombres.
“Dicho en chileno: los profesores no creen en el talento de las niñas para las matemáticas. Hay un trato desigual en la sala de clases, y eso determina la atención de las alumnas”, afirma Maitetxu. Katherine Vergara, directora de Contenidos y Alianzas de Ingeniosas, agrega: “Esa brecha aumenta a través del tiempo. Hasta cuarto básico no hay mayor diferencia, pero desde sexto básico a segundo medio, casi la mitad de las alumnas siente que no tiene habilidades matemáticas o científicas”.
Con esa inquietud surgió Ingeniosas, plataforma que cuenta con actividades, talleres y un laboratorio virtual para que las niñas, principalmente entre 12 y 16 años, se aproximen a las STEM. “Nuestra herramienta virtual está pensada para el funcionamiento cognitivo de las niñas. Ya es disruptor en América Latina trabajar con STEM integradas, pero además las estamos desarrollando desde una perspectiva de género”, explica Vergara.
Calculan que ya suman unas 10 mil alumnas impactadas y están en medio de un proceso de internacionalización para crecer en Argentina y aterrizar en Colombia. Como fundación han mantenido el apoyo económico de un grupo de empresas, además de Bank of America, su partner estratégico, a las cuales este año se sumó BHP.
Digitalizar la exploración científica
“Somos el spin off de Girls in Tech”, cuenta Maitetxu. Es periodista de formación, pero nunca ejerció porque “se enamoró de los temas de innovación y emprendimiento”. En 2012 se unió al equipo de Start-Up Chile y luego participó de la instalación de la fundación estadounidense Girls in Tech en Chile.
Maitetxu Larraechea, fundadora y directora ejecutiva Ingeniosas.
Esta organización trabaja con mujeres en empresas y emprendimientos tecnológicos. Desde ahí concluyó que la falta de mujeres en tecnología se arrastra desde la infancia y como equipo decidieron enfocarse en la educación de las niñas y desarrollar una metodología especial para acercarlas a las STEM. “Queremos que tú seas la próxima líder en ciencia y tecnología”, invita ingeniosamente.org, sitio que forma parte del programa de Ingeniosas y que además cuenta con contenido para docentes y apoderados. Las actividades son todas gratuitas y de libre acceso.
En 2017 Ingeniosas se instaló enel cowork de Colunga (fundación de la familia Cueto Plaza), y desarrollaron actividades, talleres y eventos en colegios, escuelas y establecimientos educacionales, y en sus propias oficinas. Además, cada año organizan la Semana Ingeniosas en el Museo de Historia Natural, congregando a unas tres mil niñas. Pero tenían pendiente investigar las funcionalidades online que les permitirían ir más allá de los espacios presenciales.
Con el fin de explorar un sistema de funcionamiento híbrido, en noviembre de 2019 ganaron un premio otorgado por Bank of America, llamado: “What would you like the power to do?”, al cual postularon dos mil proyectos a nivel mundial. Fueron uno de los once ganadores, y con el financiamiento obtenido crearon Ingeniosamente y su laboratorio virtual. En eso estaban cuando la pandemia obligó a cerrar los colegios y suspender todas las actividades presenciales. Para Ingeniosas el timing fue preciso, porque sus nuevas herramientas virtuales ya estaban funcionando y pudieron llegar a niñas de un contexto social más vulnerable o desplazadas geográficamente.
La aproximación de género
Distintos estudios indican que los niños hombres se acercan a la tecnología como un fin en sí mismo. “Ellos quieren aprender cómo encender un LED solo porque quieren aprender cómo encender un LED”, señala Katherine Vergara. Las niñas en cambio ven la tecnología como una herramienta para conseguir otros objetivos del tipo social, agrega.
Katherine Vergara, directora de contenidos Ingeniosas.
Considerando ese dato han desarrollado los contenidos de Ingeniosamente. Los espacios online están pensados para despertar la pasión por la ciencia y la tecnología, y luego las niñas realizan las actividades por su cuenta. Para eso han diseñado tres tipos de kits para ser utilizados siguiendo las instrucciones de la plataforma.
Como ese recurso es limitado, también publican una lista de materiales que sean accesibles, y existe además la alternativa de emular la actividad en el Laboratorio Virtual STEM. Ahí, por ejemplo, tras inscribirse en la plataforma, las usuarias pueden emular cómo construir un circuito eléctrico básico, paso a paso.
Conscientes de que existe un impacto de “sobrepantallización” en el aprendizaje, siguen lineamientos internacionales aconsejados por expertos: módulos de máximo 30 minutos, descansos y ejercicios corporales. “La manera en que nos comunicamos con las niñas es lúdica y liviana”, agrega Katherine. Las instancias por Zoom consideran grupos de máximo 10 niñas por monitora, y en una sesión puede haber unos 10 ó 15 grupos funcionando en paralelo.
Tener referentes femeninos es fundamental, sostienen las directoras de Ingeniosas, pero además existe un foco de edad. “Hay muchas mujeres que admirar en Chile y América Latina, y se las presentamos a las niñas, pero estos referentes globalmente conocidos no reemplazan el testimonio de una chica que está un par de pasos delante de ellas, y no veinte. Si tenemos alumnas de octavo básico, les presentamos una chica de tercero o cuarto medio que esté participando en competencias de robótica”, comenta la Directora Ejecutiva de Ingeniosas.
Cuentan que una de las cosas que las sorprendió cuando comenzaron a funcionar 100% de manera online, y que también es efecto de la pandemia, fue el grado de contención que requerían las niñas. “Nosotras estábamos preocupadas de generar actividades y contenido específico, y nos dimos cuenta que ellas buscaban participar de una comunidad, compartir con chicas como ellas y pertenecer, además de aprender. Ahora operamos desde esa lógica”, concluye Larraechea.
Katherine Vergara es antofagastina, estudió diseño web y luego comenzó a explorar herramientas tecnológicas para impulsar un proyecto relacionado con el desarrollo turístico de la comunidad indígena de San Pedro de Atacama. Obtuvo una Beca Chile para realizar un máster en ciencias sociales en la Universidad de Londres.
De vuelta en nuestro país abrió una consultora y creó una app llamada Peep Tours: una audioguía para descubrir la ciudad y sus historias secretas. Le fue muy bien en un principio, pero escaló demasiado rápido a Buenos Aires, y quebró, cuenta.
“Aprendí mucho y me di cuenta de que las mujeres estábamos rezagadas en temas de tecnología. Una vez hice el experimento de enviar mails de contacto a varias empresas. Mandaba uno con mi nombre y luego otro usando un nombre masculino. Respondían al del hombre”, cuenta.
Ese tipo de vivencias la llevaron a desarrollar el interés por la brecha de género, y en 2015 llegó a Girls in Tech como voluntaria. Actualmente, además de ser directora de contenidos de Ingeniosas, está cursando un doctorado en ingeniería en la UC y desarrollando un videojuego que rescata la figura patrimonial del Doctor Mortis.
Tras su paso por Start-Up Chile y Girls in Tech, Maitetxu Larraechea ha estado dedicada a Ingeniosas, pero además, desde 2018, trabaja en una empresa de desarrollo de software llamada ThoughtWorks. Comenzó como gerenta de la empresa en Chile y desde este año pasó a ser parte de su estructura global. El equipo además lo componen Francisca Siebold, co-directora, y Gabriela Castillo, directora de comunicaciones.
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