Engie Energía Chile, la principal generadora eléctrica de la zona norte del país, está evaluando tres opciones para enfrentar el, a estas alturas, innegable atraso que tendrá la plena operación de la línea Cardones-Polpaico, tendido eléctrico que es clave para descongestionar el transporte de energía desde el norte al centro del país.
La compañía controlada por Engie tiene un importante contrato de abastecimiento con clientes regulados que se adjudicó en la licitación de suministro de diciembre de 2014, el último proceso donde las eléctricas obtuvieron contratos a precios altos y deben comenzar a servirlo en parte desde enero del próximo año, para lo cual requieren una potencia de unos 230 MW (lo que corresponde a un poco menos que la central Bocamina II).
El gerente general de la firma, Axel Leveque, explicó ayer tras la junta de accionistas de la firma que la más severa de las opciones que están estudiando es declarar la fuerza mayor del contrato con lo cual se postergaría en un año el inicio del contrato, con lo cual sortearían el retraso que se espera para la tercera fase del tendido de 753 km, que es la más importante porque permite llegar hasta la Región Metropolitana que es el principal centro de consumo del país.
En el caso de Engie Energía Chile la energía vendrá desde la Región de Antofagasta y la producirán con las centrales Infraestructura Energética Mejillones, una carbonera que está en construcción, y con la tercera unidad carbonera del complejo de Mejillones.
La segunda opción es no hacer nada, dijo, y comprar la energía en el mercado spot a la espera de que la línea se complete. La alternativa tiene sentido porque su contrato es por US$ 111 por MWh y en la actualidad el costo marginal alcanza a US$ 63 por MWh, con lo cual sus ingresos cubrirían esa compra e incluso le dejarían un margen interesante como ingreso.
La tercera vía es intermedia y consiste en contratarse con una generadora por el período que resta para la entrada de la infraestructura de la colombiana ISA, para lo cual -dijo el ejecutivo- ya están en conversaciones con varias empresas.
En paralelo, Leveque comentó que la situación actual del mercado los llevó a suspender la venta de la segunda unidad de la carbonera que tienen en desarrollo y con ello a su vez también suspendieron la enajenación del puerto que forma parte de ese complejo y que dado la menor carga que recibirá, tiene menos atractivo para un eventual comprador. Estas operaciones, adelantó, permanecerán en stand by hasta que haya una mejora en las condiciones del negocio de generación eléctrica que hoy enfrenta una sobre instalación.
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