Pese a que con un 5,5% su tasa de rentabilidad resultó ser la tercera más baja en el chequeo del año 2015, que la Comisión Nacional de Energía (CNE) informó la semana pasada, la distribuidora Intergas no quedó conforme y plantea “importantes discrepancias” con el método aplicado por la autoridad.
“Para sus cálculos la CNE ha operado en forma unilateral y arbitraria; sigue criterios y supuestos alejados de una real gestión empresarial, además de usar un muestreo no representativo. Eso invalida sus resultados, sobrestimando por mucho la rentabilidad, lo que es especialmente grave luego de haberse eliminado la revisión del TDLC”, explica el gerente general de la firma, Rodrigo Larrondo.
El ejecutivo de la compañía ligada al empresario italiano Stefano Garilli, aseguró a modo de ejemplo que el cálculo de la CNE sobrestima economías de escala, desestima la densidad del mercado, no considera los desembolsos de puesta en marcha en un emprendimiento que Larrondo califica como “altamente intensivo en inversiones” o supone una cobranza perfecta, lo que -asegura- es “no entender cómo se crea y funciona una empresa”.
Explica que Intergas advirtió a la autoridad que factores como la forma en que contabilizan las cobranzas genera una distorsión importante, porque la comisión asume la facturación como un ingreso efectivo que no considera la morosidad.
Nueva ley
Al tiempo que asegura que la empresa sigue analizando todas las acciones legales a las que la empresa tiene derecho, incluidas instancias internacionales para la resolución de controversias entre estados e inversionistas, Larrondo agrega que estos criterios subsisten en la modificación a la ley que regula la distribución de gas por redes y que fija el mecanismo para definir tarifas en caso de que una empresa exceda la rentabilidad establecida.
“La nueva ley insiste en criterios de eficiencia alejados de la realidad, dejando además conceptos sujetos a la determinación de la CNE y de estudios encargados por ésta”, afirma.
Añade el ejecutivo de la firma que opera en la Región de La Araucanía, que al sacar al TDLC del proceso para determinar si procede la fijación tarifaria, en virtud de la existencia o no de competencia, se impone por ley “que todas las empresas, de la noche a la mañana, sin resolución judicial previa alguna, en todos los mercados y para siempre, son monopolios, sin competencia ni sustitutos. Eso es absurdo, fuera de la realidad”.
Larrondo comenta que en la zona donde atiende Intergas el uso de leña es intensivo y alcanza al 80% de la energía residencial, lo que se constituye en una competencia desleal, ya que no tiene ningún tipo de regulación.
“La CNE no recogió los argumentos que hemos venido planteando sobre la muy distinta realidad que tiene el sur, lo que también ocurrió en el chequeo de rentabilidad de 2014.
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