El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de mayo mostró
un crecimiento de 2,1%, el segundo más bajo del año y el peor para ese
mes desde 2002, lo que ratifica la desaceleración que vive el país.
Con
esto, el escenario económico se sigue complicando, ya que la alta
inflación que vive el país obligará al Banco Central a, nuevamente,
subir la tasa de interés este jueves, lo que significará un mayor freno
a la economía.
Así, entre analistas del mercado ya se habla de
la configuración de un escenario -al menos transitorio- de
estanflación, uno de los peores temores macroeconómicos.
Una
situación como ésta ya se estaría viviendo a nivel mundial, es decir,
una alta inflación combinada con una fuerte desaceleración económica,
lo que para algunos economistas hace recordar lo vivido en la década de
1970, cuando el alza del crudo provocó una escalada inflacionaria, la
que finalmente fue corregida por fuertes alzas en las tasas de interés,
desatando con eso un freno en las economías.
En Chile se señala
que por ahora la situación sería transitoria y que las decisiones del
Central sumado a una baja en el precio del petróleo, harían bajar la
inflación.
Sin embargo, de mantenerse las presiones de precios
internacionales, esta combinación de alta inflación y bajo crecimiento
podría convertirse en un nudo difícil de desatar. De hecho, el alto
precio de la energía -vinculada al petróleo- ha sido el factor clave de
la desaceleración y que ha hecho que en lo que va del año la actividad
promedie un magro 3,3%.
Baja expectativas
En este
sentido, el gerente de Estudios de la Cámara de Comercio de Santiago
(CCS), George Lever, sostiene que con el Imacec de mayo “se perfila en
forma más nítida la adversa combinación entre inflación y
debilitamiento económico”. Esto, porque el alto IPC deteriora las
expectativas de las empresas, lo que juega contra el PIB.
Por su
parte, el economista de BanChile, Rodrigo Aravena, sostiene que
actualmente existe una desaceleración con una inflación, pero aún no
estamos en un escenario de estanflación, “porque eso requiere un nulo
crecimiento, lo que es difícil con el actual precio del cobre y el
ritmo de gasto”.