Llegó a Chile como empresa en 2018, pero hasta ahora no había presentado ningún proyecto a tramitación ambiental. Fresnillo plc, la mayor productora de plata del mundo, conocida también como “el gigante de oro de México”, trabajó siete años para por fin lanzarse con su primera iniciativa minera en territorio nacional, con una inversión de US$ 25 millones.
En el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) pasó desapercibido su movimiento, pues la compañía que transa en la Bolsa de Londres ingresó una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) a través de su filial Minera Capricornio SCM. En exactamente siete días, el sistema admitió a trámite el proyecto, que fue enviado a 23 órganos del Estado para sortear su aprobación.
Su ingreso es acompañado por otra sorpresa: en el proyecto no va sola, sino que con un socio chileno.
Según revela la memoria anual de 2024 de la mexicana, en octubre del año pasado Fresnillo plc transfirió el 25% de participación de Minera Capricornio a la gigante de litio SQM, creando “una empresa conjunta de oro y plata”.
Así, para que el joint venture prospere, la iniciativa ingresada al SEA, llamada “Prospección Minera Proyecto Capricornio”, es clave. Según lo indica su mismo nombre, tiene por objetivo explorar el suelo de la zona para conocer mejor la presencia de minerales con valor económico, lo que abre la puerta al eventual futuro desarrollo de una faena minera.
US$ 25 MILLONES DE INVERSIÓN CONTEMPLA LA DIA.
Así, en plena pampa chilena, a 60 kilómetros al noreste de la ciudad de Antofagasta, en la comuna de Sierra Gorda, y a unos 15 kilómetros al sur de la localidad de Baquedano, la mexicana Fresnillo realizará una serie de perforaciones para obtener información de las características del subsuelo. En total, la prospección contempla ejecutar 700 plataformas de sondajes en un período de cinco años, para perforar 210 mil metros lineales.
Cabe destacar que, en el lugar, según pudo confirmar este medio, la compañía mexicana ya realizó una campaña de exploración previa durante 2020, que arrojó resultados lo suficientemente prometedores como para ingresar el actual proyecto de US$ 25 millones de inversión.
De acuerdo con la DIA, el proyecto tendrá una duración de 60 meses (cinco años) y se estima que el inicio de su ejecución se logre en febrero de 2026, una vez obtenida la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) y los permisos sectoriales.
“Llegó para quedarse”
En su memoria anual de 2024, la gigante minera menciona 35 veces a Chile. “Nuestro enfoque sigue estando en América Latina y, en particular, buscamos localizar y consolidar nuevos distritos en México, Chile y Perú donde hemos identificado un potencial favorable para oro y plata”, se lee en el documento.
Agrega que en los tres países mencionados “seguimos beneficiándonos de una variedad de concesiones mineras y proyectos de exploración, que incluyen cuatro proyectos de exploración avanzada que tienen el potencial de convertirse en proyectos de desarrollo”.
Fuentes de la industria minera nacional, conocedoras de los movimientos de Fresnillo en el país, aseguraron a Diario Financiero que la mexicana “llegó para quedarse” y que, de hecho, “están viendo oportunidades en todo el territorio chileno”.
De hecho, Capricornio no es su única apuesta actualmente. Según sus reportes a inversionistas, también avanza en el desarrollo de un futuro proyecto en la comuna de Pencahue, Región del Maule, para el cual en 2024 solicitó la constitución de una concesión de exploración llamada “Moctezuma”.
En ambas iniciativas, detalla, llevan adelante un relacionamiento con las comunidades aledañas.
Fresnillo plc y Peñoles
La mexicana es actualmente el brazo minero especializado en metales preciosos del grupo Peñoles.
Su historia como Fresnillo plc se inició oficialmente en 2008, cuando ambas compañías firmaron un Acuerdo de Separación (Separation Agreement) tras la salida a bolsa (IPO) de Fresnillo en Londres.
Con ello, Fresnillo comenzó a cotizar como una entidad independiente, pero manteniendo un estrecho vínculo con Peñoles, que sigue siendo su accionista mayoritario con un 75% de participación, mientras el control último reside en la familia Baillères.
La historia de Peñoles, por su parte, se remonta a 1887, cuando se fundó en México para explotar minas de plata, plomo y zinc, consolidándose rápidamente como uno de los grupos mineros más importantes de ese país. A lo largo del siglo XX, Peñoles diversificó sus operaciones, integrando procesos metalúrgicos y químicos, y construyendo un modelo vertical que abarca desde la exploración hasta la refinación.
La mina Fresnillo, ubicada en Zacatecas -uno de los distritos de plata más ricos del mundo y que tiene registros productivos desde el período colonial-, se convirtió en una joya del portafolio de Peñoles.
En México cuenta con nueve minas y 21 proyectos de exploración. En 2024, Fresnillo alcanzó ingresos por US$ 3.496 millones, un alza de 29,3% respecto a 2023, y una utilidad neta de US$ 140,9 millones.