Como la mayor reforma al sistema electoral chileno, depués de que se rebajó la edad de votación de 21 a 18 años en 1970, es calificada la ley que establece la inscripción automática y que está siendo revisada por el Tribunal Constitucional.
La iniciativa, que va de la mano con el voto voluntario, incluirá a 4.700.000 nuevos electores al padrón, lo que podría ser una verdadera revolución para los actuales partidos políticos. En un debate realizado en DF TV, en el que participaron el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, y el cientista político y profesor titular de la Universidad Diego Portales, Alfredo Joignant, se expusieron los principales puntos sobre esta reforma y también respecto del desafío que significarán todos estos cambios para los partidos políticos.
Respecto de si es necesario generar incentivos para que la gente vote, dado que el voto será voluntario cuando comiencen a regir estos cambios, ambos expertos discrepan. Para Joignant es legítimo que se incentive a los electores: “Si un ciudadano de esta franja de tierra llamada Chile quiere aspirar a un subsidio, a una beca a una subvención estatal, vale decir a algo que está financiado con el dinero de todos los chilenos, lo mínimo que se le puede pedir, ya que no se le puede exigir, a esa persona es que vote. Ahí está el mecanismo de incentivos”, afirma. Por el contrario, para Guzmán, el hecho de que haya mayores de 18 años sin haberse inscrito, es sinónimo de una irresponsabilidad cívica: “Una persona que no puede perder 15 minutos para ir a inscribirse, creo que es una persona irresponsable en el sentido de no cumplir con su deber cívico. Y eso no se contradice con la idea de tener voto voluntario. Precisamente cuando tenemos voto voluntario, lo que queremos es que haya más responsabilidad y que a uno no lo tengan que obligar para ir a votar”, puntualiza.
Otro punto que se abordó fue el cambio que sufrirá el padrón electoral y sus efectos. Sobre este punto, ambos discrepan sobre la magnitud del impacto. “No creo que vayan a haber transformaciones dramáticas de los resultados. Eso no significa que no puedan haber transformaciones del cuadro político, porque aquí vamos a tener que ver bien exactamente qué efecto tendrán sobre las elecciones los fenómenos de movilizaciones sociales, el malestar que está recorriendo Chile, habrá que verlo pero la incertidumbre es lo que prima”, comenta Joignant.
Guzmán considera que “la gente que ha ido a votar por tantos años, tiene esta costumbre; probablemente esa gente, no van a ser muchos los que van a dejar de ir a votar. Los cambios siempre se producen en el margen. No hay que confundirse con que los cambios que se produzcan sean resultado de una incorporación masiva (de electores)”.
Desafío para los partidos
Las elecciones municipales representarán un desafío para los partidos políticos, de cara a un padrón electoral mucho más grande. Sin embargo, los expertos coinciden que la gran prueba serán las parlamentarias y la presidencial de 2013. “Las dos coaliciones están extraordinariamente agotadas desde el punto de vista de su desempeño electoral”, destaca Joignant y agrega que la desafección que se ha visto por parte de la ciudadanía de los actuales partidos daría pie para la creación de nuevas fuerzas. “Va a ser difícil, pero creo que por primera vez existen condiciones”, acota.
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