Kirkland & Ellis se ha convertido en el primer estudio de abogados del mundo en facturar más de US$ 8.000 millones, y el año pasado se quedó a las puertas de celebrar otro hito histórico: llegar a la cota de los US$ 9.000 millones, cumbre que podría superar en 2025.
Su fortaleza, sin embargo, no deja de ser un reflejo de la nueva época dorada que protagoniza la mayoría de oficinas estadounidenses, que el año pasado cerraron sin duda su ejercicio más lucrativo de la historia. No hay más que comparar las cifras de los últimos dos ejercicios. A31 de diciembre de 2023, sólo siete bufetes de EEUU facturaron más de US$ 3.000 millones. En 2024, once bufetes lograron superar este umbral, además de Hogan Lovells, Simpson Thacher y Jones Day, que se quedaron a las puertas de entrar en este grupo de élite que no solo conformaría el top ten estadounidense, sino también el mundial, ya que ninguna firma europea supera esta cifra.
Ningún cambio en el pódium, una vez más liderado por Kirkland, seguido de lejos por Latham y DLA. Las posiciones se consolidan. Es más, el líder ya factura más que el tercero y el cuarto juntos, por lo que a corto plazo no se esperan grandes cambios en el medallero en los próximos años. Sin embargo, los siguientes puestos del top ten no pueden estar más reñidos, sobre todo tras la abrupta caída de Baker McKenzie.
No es que su facturación haya descendido, pero el año pasado creció mucho menos que su competencia, según los últimos datos publicados por American Lawyer, pasando del cuarto al octavo puesto. El que fuera uno de los reyes de la abogacía mundial ha cedido terreno en los últimos años a favor de jugadores que llegan al mercado con fuerzas renovadas. Suben un puesto Skadden y Gibson, hasta la cuarta y quinta posición, respectivamente. Se mantiene Sidley en sexto lugar. Ropes & Gray también mejora y escala un puesto, hasta el séptimo lugar. Baker, octavo. Y White & Case y Morgan, Lewis & Bockius se consolidan en novena y décima posición.

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