La Universidad de O´Higgins en Rancagua fue el escenario elegido por la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI), Aisén Etcheverry, para entregar este jueves la última cuenta pública de la cartera. En la oportunidad, señaló que el gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) se elevó de 0,39% a 0,41% del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile, pero lejos de la meta de 1% de este Gobierno.
Esta cifra es un adelanto de la nueva Encuesta Nacional de Gasto y Personal en I+D que se realiza con datos de 2023, la que informó un gasto total ese año de $1.164.139.000.000, con un alza de $174.266.000.000 respecto de la última medición con información de 2022.
“Tenemos total conciencia de que no es el 1%, pero veníamos muchos años sin poder despegar y en esta administración generamos una tendencia al alza. Partimos con un 0,34% y cuando se mida la contribución total de este Gobierno en el PIB este número será aún más alto. Hay que sostener esta tendencia, hay que seguir invirtiendo, seguir promoviendo para que el sector privado invierta. Es un salto que no habíamos tenido en las administraciones anteriores y que nos da la esperanza de que vamos por el camino correcto”, afirmó la ministra Etcheverry en un comunicado.
Hitos
La ministra junto al subsecretario, Cristián Cuevas, destacó una serie de iniciativas. Entre ellas, el crecimiento de la institucionalidad de ciencia y tecnología: las secretarías regionales ministeriales (Seremi) aumentaron de cinco macrozonas a ocho, incluida la seremi de La Araucanía, la primera de representación exclusiva, además de la creación de la División de Tecnologías Emergentes orientadas a inteligencia artificial, cuántica y biotecnología, entre otras.
También destacó el avance del Programa de Financiamiento Estructural I+D+i Universitario (FIU) que ha entregado recursos a 37 universidades públicas y privadas en todas las regiones por un $ 3.000 millones, lo que “permite a las casas de estudio planificar focos de investigación a largo plazo y descentraliza el financiamiento para fortalecer capacidades de investigación con pertinencia territorial y visión estratégica”, dijo la autoridad.
Además, relevó la inversión de $ 10.800 millones para investigación, equipamiento y logística polar en la Antártica, lo que permitirá estudiar cómo superar el cambio climático y la puesta en marcha del Instituto Nacional de Litio y Salares (INLiSa), en Antofagasta.
Durante 2024 se apoyaron 80 startups de base científico-tecnológica a través de programas como Startup Ciencia, Catálisis y Semillero y se amplió la colaboración con instituciones públicas para facilitar su integración al mercado.
En Inteligencia Artificial (IA), destacó que la Política Nacional actualizada en 2023 registra un avance de 78%; la adjudicación de dos proyectos de supercómputo para IA por un total de US$ 14 millones y el desarrollo de LatamGPT, el primer modelo de lenguaje diseñado para América Latina, que coordina el Centro Nacional de IA (Cenia) y que tendrá una versión experimental durante agosto.
La ministra también relevó la aprobación de Chile como país asociado del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), lo que abre oportunidades para científicos y permite que la industria chilena acceda a licitaciones de alta tecnología.
Etcheverry señaló que luego de tres años de gestión, “se sentaron las bases para un nuevo ciclo del conocimiento en Chile donde la ciencia no es un lujo reservado para las universidades de Santiago, sino una capacidad distribuida en todo el país".
Agregó que el trabajo ha estado guiado por una idea central, en que la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación deben estar al centro en la conversación sobre desarrollo.
"Y para eso, el Estado tiene que cumplir un rol activo, estratégico y articulador. No basta con estimular el mercado. No basta con confiar en la espontaneidad de la innovación. Se necesita institucionalidad, políticas públicas, capacidades territoriales y propósito”, dijo.