El Banco Central Europeo mantuvo ayer sin cambios su política monetaria, pero en la conferencia posterior al anuncio, el presidente de la entidad, Mario Draghi, salió a intervenir con fuerza en la creciente polémica sobre las finanzas regionales que mantiene con Alemania, el miembro más poderoso de su consejo.
El economista italiano advirtió que la eurozona se dirige de regreso a la deflación, y proyectó que las tasas de interés se mantendrán en terreno negativo por mucho tiempo. Los tipos “continuarán a los actuales niveles o incluso menores por un período extenso”, señaló. Este escenario se prolongaría “mucho más allá del horizonte” del programa de compras de activos del BCE, lo que sugiere que las tasas no subirán antes de marzo de 2017.
Desafío germano
La política de tasas negativas ha sido duramente cuestionada en Alemania, que la culpa del ascenso de los partidos anti sistema en las últimas elecciones y de erosionar la capacidad de los planes de pensiones para generar retornos a los jubilados.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, dijo el miércoles que “un período prolongado con tasas de interés cero o negativas no es una situación sensata”. Ayer, la canciller Angela Merkel subrayó su respeto a la autonomía del BCE, pero reivindicó el derecho de su país a discrepar del rumbo de la política monetaria.
“Las bajas tasas de interés son un síntoma del bajo crecimiento”, se defendió Draghi. “Si queremos tasas más altas, necesitamos mayor crecimiento e inflación”. El italiano agregó que es “esencial que el BCE siga proporcionando estímulo monetario mientras sea necesario.
El consejo del instituto emisor mantuvo ayer la principal tasa de referencia en -0,4% y su programa de compra de bonos en 80 mil millones de euros (US$ 90 mil millones) mensuales. Las tasas fueron recortadas y el programa fue ampliado en la reunión anterior, del 10 de marzo, donde se decidió además agregar al programa de compras los títulos de empresas de la eurozona con grado de inversión. Ayer, el BCE precisó que estos papeles comenzarán a ser adquiridos a partir de junio.
Golpea la mesa
La autoridad monetaria de Europa subrayó que el organismo hará todo lo necesario en la medida que eso haga subir los precios y pidió tiempo y confianza en la política de estímulo. En tono desafiante, además, arremetió contra quienes critican la posición del banco asegurando que estos cuestionamientos contribuyen a debilitar la efectividad de las herramientas monetarias.
“Siempre que se percibe que se cuestiona la credibilidad de un banco central el resultado es un retraso en el logro de sus objetivos y, por lo tanto, la necesidad de una mayor expansión”, dijo a la prensa en Frankfurt levantando la voz. “Nuestras políticas funcionan. Son efectivas. Sólo hay que darles tiempo”.
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