Una valla metálica cortaba ayer la explanada de césped frente al Congreso en Brasilia, capital de Brasil, donde una comisión especial de la Cámara de Diputados sometía a votación el informe que recomendaba iniciar un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff.
La barrera, dispuesta por la policía del país, tenía por objetivo evitar enfrentamientos entre los manifestantes que desde temprano comenzaron a llegar al lugar, en medio del proceso que podría culminar con la destitución de la primera mujer en llegar a la presidencia del país más poblado de Latinoamérica.
Rousseff, quien lleva poco más de un año de su segundo mandato, está acusada de quebrantar las reglas de responsabilidad fiscal y pasar a llevar la Constitución del país, al transferir recursos del Tesoro a los bancos estatales.
La sesión de ayer buscaba someter a votación el informe del relator especial Jovair Arantes, el cual asegura que existe evidencia suficiente para someter a la mandataria a un juicio político en el Senado. Por 38 votos a favor y 27 en contra, la comisión aprobó el proceso de impeachment, mientras se escuchaban gritos y algunos parlamentarios entonaban cantos de protesta.
La caótica sesión estuvo marcada por las acusaciones de “búsqueda de venganza” y “aprovechamiento”, esgrimidas por los opositores al proceso, quienes tildaban de “golpistas” y “traidores a la patria” a quienes apoyaban el impeachment. Algunos gritaron “Fuera PT”, mientras otros exclamaban “Fuera (Eduardo) Cunha”, en referencia al presidente de la Cámara de Diputados, del ahora opositor PMDB.
El jefe de la Abogacía General de la República (AGU), José Eduardo Cardozo, intervino ante los 65 diputados que conforman la instancia y manifestó que el informe de la relatoría debería considerarse nulo, puesto que incluye aspectos que trascienden a su misión original. “Eso es una transgresión de la Constitución y una violación al derecho de defensa”.
Desde el otro lado, los parlamentarios que favorecían un juicio político aseguraban que Rousseff violó la constitución y cometió crímenes de responsabilidad fiscal.
El Partido Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), que hace dos semanas decidió abandonar la coalición de gobierno, dejó en libertad de acción a sus representantes en la comisión. Su líder, Leonardo Picciani, dijo que “estamos ante una posibilidad extrema, que es el impedimento de un mandato legítimamente conquistado en las urnas. Este proceso será juzgado por nuestro entorno ahora y en el curso de la historia”.
Proceso en el TSE
El Tribunal Supremo Electoral de Brasil (TSE) lleva a cabo un proceso paralelo, en el que Rousseff y su vicepresidente, Michel Temer, se encuentran cuestionados por presuntamente desviar fondos de Petrobras en su campaña para la reeleción en 2014. De acuerdo con medios brasileños, dicho proceso comienza a perder fuerza, luego de que el Partido Socialista de Brasil (PSDB) concentra sus esfuerzos en el proceso de impeachment.
A diferencia del proceso político, el judicial tiene plazo hasta fin de año: si antes del término de 2016, el TSE decidiera anular la última elección presidencial, se llamaría a nuevas elecciones. En caso de que la decisión se tomara en 2017, el nuevo presidente se elegiría en el Congreso en los próximos 30 días. No obstante, el gobierno de Rousseff puede apelar.
temer pide un gobierno de salvación
"Cuando haya una decisión definitiva, que es la decisión del Senado, tengo que estar preparado para enfrentar los graves problemas que afectan a nuestro país". La frase es una de las que el vicepresidente Michel Temer pronunció en un mensaje de voz enviado ayer a parlamentarios de su partido, el Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), que hace dos semanas decidió retirarse del gobierno de Dilma Rousseff.
El audio llegó a manos de medios de comunicación en momentos en que una comisión discutía su apoyo a un informe que recomendaba someter a la presidenta Dilma Rousseff a un juicio político.
"La gran misión, a partir de este momento, será la pacificación del país. Se necesita un gobierno de salvación nacional. Se necesita que se reúnan todos los partidos para entregar cada uno su colaboración. Sin eso, será difícil sacar al país de la crisis", manifestó Temer.
De acuerdo con el medio brasileño Valor, el vicepresidente grabó el mensaje durante el fin de semana y fue enviado a solicitud de parlamentarios que requerían una orientación del vicepresidente, quien podría asumir el nuevo gobierno temporalmente si Rousseff es procesada ante el Senado y definitivamente, si es destituida.
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