Se necesitaron 17 horas de negociaciones, que incluyeron una casi salida de Grecia de la zona euro, para que Europa acordara un tercer rescate a Atenas.
Los líderes de la zona euro obligaron a que la aproblemada nación entregara gran parte de su soberanía a la supervisión externa a cambio de un paquete de ayuda por 86 mil millones de euros (US$ 95 mil millones) que le permitirá mantenerse dentro de la comunidad monetaria.
Atenas tiene plazo hasta mañana para aprobar diversas medidas impopulares, entre las que se incluyen elevar la edad de jubilación a 67 años a 2022 y recortar los beneficios para los jubilados más pobres, estandarizar las tasas de impuesto, hacer recortes en el presupuesto y legalizar un mecanismo que garantice recortes automáticos si la nación no cumple con las metas presupuestarias.
Uno de los puntos más controvertidos fue un fondo de privatización que secuestra diversos activos estatales. La canciller alemana Angela Merkel quería que los 50 mil millones de euros de las ventas fueran dirigidos al pago de la deuda, mientras que el primer ministro griego Alexis Tsipras deseaba que los recursos fueran reinvertidos en su país.
Fue Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, quien logró mediar entre ambas partes cuando la única solución que se veía como posible era la salida de Grecia del bloque. La mitad del fondo servirá para pagar la recapitalización de los bancos y otros activos, un 25% (12.500 millones de euros) será usado para reducir el ratio deuda/PIB y el otro 25% se reinvertirá en la nación.
No hay Grexit
"El acuerdo fue laborioso, pero ha sido concluido. No hay un Grexit", declaró Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, al término de las conversaciones.
La autoridad rechazó las sugerencias que Tsipras había sido humillado a pesar de que el comunicado tras la cumbre insistía en que Grecia debe coordinar su política pública con los monitores del rescate.
"En este compromiso no hay ganadores ni perdedores. No creo que el pueblo griego haya sido humillado, ni que los europeos hayan perdido credibilidad. Es un típico acuerdo europeo", acotó.
Por su parte, Merkel aseguró que "no necesitamos un plan B para un Grexit" y que podía recomendar "con completa confianza" que el Bundestag autorice la apertura de las negociaciones del préstamo una vez que Grecia haya visado las reformas. El voto alemán sería el viernes.
Tsipras defiende acuerdo
Si bien los términos del programa, que son mucho más duros que los propuestos hace un par de semanas por los acreedores, llevaron a Tsipras a abandonar sus promesas de terminar con la austeridad, el premier heleno se mostró satisfecho con el pacto, ya que éste le permitirá al país mantenerse dentro de la zona euro y volver al crecimiento.
Con este acuerdo, "evitamos la transferencia de la propiedad pública en el exterior, evitamos la asfixia financiera y el colapso del sistema financiero", expresó.
"En esta dura batalla, logramos ganar la reestructuración de la deuda y un proceso de financiamiento para el mediano plazo", manifestó, aunque un alivio de deuda sólo se considerará luego del término positivo de la primera revisión.
Al volver a la capital griega, Tsipras convocó una reunión de emergencia con altos funcionarios del gobierno para discutir cómo lograrán los votos necesarios para aprobar las reformas. Algunos miembros disidentes de Syriza y el partido socio de la coalición, Griegos Independientes, ya avisaron que no respaldarán más medidas de austeridad (ver relacionada).
Premier griego afronta rebelión en su partido y elecciones anticipadas
Si haber logrado un acuerdo con los acreedores después de 17 horas de discusión fue difícil para Alexis Tsipras, conseguir el apoyo de su partido para adoptar las reformas requeridas parece una tarea imposible.
A pocas horas de que los líderes europeos anunciaran el severo pacto que ayudaría a Grecia a permanecer dentro de la zona euro, algunas voces oficialistas advirtieron que no votarán a favor del rescate.
"Existe una vista de división dentro del partido. Parte de los funcionarios y legisladores de Syriza no aceptan las tácticas seguidas por nuestro primer ministro", afirmó en una entrevista con Bloomberg Yanis Balafas, parlamentario del partido de extrema izquierda cercano a Tsipras.
Balafas agregó que "dentro de pocos meses, en 2015, tendremos que ir a elecciones".
El ministro del Trabajo, Panos Skourletis, también cree que habrá comicios anticipados antes de que finalice el año. La autoridad aseguró que el plan de ayuda es inviable y requerirá el apoyo de la oposición o un gobierno de unidad nacional para implementarlo.
"La fortaleza de la mayoría del gobierno griego está en duda y nadie puede culpar a los legisladores que no estarán de acuerdo con los términos del acuerdo con los acreedores del país de dinero por reformas", citó Reuters.
La consultora Eurasia Group alertó que, con la amenaza de deserciones, Tsipras "tendrá que cambiar su administración y remover a los de línea dura y radicales de su partido".
"Una reorganización gubernamental está escrita, probablemente con Tsipras como primer ministro y el apoyo de los partidos de oposición", opinó George Pagoulatos, profesor de política y economía europea de la Universidad de Economía y Negocios de Atenas. El experto detalló que más de 30 miembros de Syriza podrían abandonarlo.
Actualmente, Syriza posee 149 de los 300 escaños del Parlamento. La semana pasada, 17 legisladores rechazaron apoyar un programa de austeridad más ligero, incluyendo el vocero del Parlamento y el ministro de Energía.
El paquete de reformas fue visado fácilmente con la ayuda de la oposición, escenario que se repetiría mañana. El partido opositor To Potami anunció que respaldará el plan.
"No estamos buscando un rol de un socio de gobierno en un gobierno de Syriza, pero estamos expresando nuestra disponibilidad para el primer ministro para encontrar soluciones para el interés de la nación", aseveró a Reuters un miembro.
Principales puntos del compromiso
Reforma a las pensiones: adelantar las medidas para mejorar la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones, incluyendo la eliminación de las opciones de jubilación anticipada, el aumento de la edad de jubilación a 67 años y el recorte de beneficios para los jubilados más pobres.
Impuestos: reestructurar el sistema del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y ampliar la base tributaria para incrementar los ingresos.
Recortes del gasto público: introducir recortes presupuestarios casi automáticos en el caso de que el país se desvíe de las ambiciosas metas de superávit primario.
Privatización: activos griegos valiosos serán transferidos a un fondo independiente que monetizará los activos a través de privatizaciones y otros medios. El fondo generará 50 mil millones de euros, de los cuales la mitad será para pagar la recapitalización de los bancos; un 25% para reducir el ratio deuda/PIB; y el otro 25% para reinversiones en el país.
Liberalización: adoptar reformas del mercado de productos más ambiciosas, incluyendo el comercio los domingos, los períodos de venta, la propiedad de las farmacias y la apertura de profesiones cerradas.
Sector financiero: fortalecer el sector financiero, incluyendo medidas en los créditos incobrables y eliminar la interferencia política.
Grecia mantiene feriado bancario
Fuentes del sector financiero señalaron ayer a Reuters que Grecia extenderá por dos días más el feriado bancario que está vigente desde el 29 de junio. Las autoridades griegas evaluarán la situación el miércoles, pero "la idea es reabrir las sucursales el jueves", dijo una de las fuentes.
El consejo de gobierno del Banco Central Europeo, en tanto, rechazó ayer elevar por ahora el límite máximo para la provisión de liquidez de emergencia (ELA, su sigla en inglés) que los bancos griegos pueden solicitar. Actualmente este monto se encuentra en 89.000 millones de euros (US$ 98 mil millones).
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