Pocos después de las 10:00 de la mañana de ayer, la ex presidenta de Argentina Cristina Fernández quedó cara a cara con el juez Claudio Bonadío a quien le presentó un escrito con su defensa, luego de decidir no responder a sus preguntas, en el marco de la investigación por las ventas de dólar futuro realizadas durante el último trimestre de su gobierno.
En el texto, que fue publicado simultáneamente en su cuenta de Facebook, la ex jefa de Estado aseguró no tener miedo y dijo que enfrentará esta y todas las causas judiciales en su contra. “Me pueden citar veinte veces más, me pueden meter presa, pero no me van a callar”.
Se dedicó a denunciar los despidos, el aumento de servicios públicos, la censura, la devaluación, las persecuciones políticas y otras “calamidades” a su juicio cometidas en 120 días del gobierno de Mauricio Macri. Además acusó al juez de la causa de actuar a través de un “ejercicio abusivo del poder” y advirtió que su convocatoria a declarar como acusada es un acto de “prevaricato”.
Incluso, se consideró una perseguida política y se comparó con Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón. Para ella, su caso es continuación de las “conspiraciones” anteriores. “Cada vez que un movimiento político fue derrocado o finalizó su mandato, las autoridades que lo sucedieron les atribuyeron la comisión de graves delitos, vinculados con abusos de poder, corrupción generalizada y bienes mal habidos”, expresó.
Fernández es la última de trece citados a declarar. Ya comparecieron, entre otros, el ex ministro de Economía y actual diputado Axel Kicillof y el ex titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, por supuesta defraudación con operaciones cambiarias que le generó pérdidas al Estado por más de US$ 520 millones.
Panamá Papers
A su salida del juzgado, Fernández se dirigió por más de una hora a cientos de manifestantes, agolpados algunos incluso desde la noche anterior, a las afueras de la corte de Comodoro Py. Ahí arremetió contra el presidente Macri, quien se ha visto involucrado en el escándalo de los Panamá Papers por cuentas en paraísos fiscales de su padre. Cuestionó el tratamiento que ha recibido el Ejecutivo en este caso y enfatizó: “Buscando la ruta del dinero K, se encontraron con la ruta del dinero M. ¿Se imaginan que hubiesen encontrado cuentas offshore mías o de mi ministro de Economía? Hubiesen pedido la renuncia de forma inmediata”.
Además, criticó con dureza la actual gestión, a la que tildó de “gobierno de excusas”, y reclamó al Congreso que actúe para “corregir” situaciones.
Macri, por su parte, no hizo mención a la jornada de ayer en los tribunales durante el breve discurso que ofició en un acto político en Salta.
Frente ciudadano
En su discurso, la ex jefa de Estado además aseguró que no llegó para dividir a los argentinos, pidió conformar un “frente ciudadano” para velar por el bienestar de todos y aprovechó la oportunidad para acusar a la justicia de ser partícipes en la consolidación de atropellos. Reiteró ser una perseguida política y rechazó la propuesta de una posible inhabilitación a cargos públicos de por vida.
Consecuencias para Fernández
Analistas consideran difícil que la expresidenta quede involucrada en la causa “dólar futuro” debido a que no existe una orden por escrito, firmada por ella, para llevar a cabo dicha operación.
Sin embargo, de comprobarse fraude en perjuicio de la administración pública, ella o cualquiera de los implicados enfrentan entre dos y seis años de prisión. Pero además, de acuerdo con la postura del propio juez Bonadío, que insiste con la existencia de una asociación ilícita, la pena máxima podría ascender a los diez años de cárcel.
Dólar futuro: ¿Qué es lo que se investiga?
Las ventas de dólar futuro son apuestas virtuales sobre a cuánto va a cotizar el dólar a tipo de cambio oficial. El banco central debe compensar la diferencia entre el valor pactado y el de mercado al día convenido.
Según el juez Claudio Bonadío, "entre septiembre y noviembre de 2015 se vendieron contratos de dólar futuro por parte del banco central a valores inferiores al precio de mercado con conocimiento e intención". Alejandro Vanoli, titular en esa época del banco, habría incrementado de forma inusual la oferta lo que se traduciría en una fuerte devaluación del peso para el próximo presidente. Por esa vía habría evitado de manera artificial un alza de la moneda pero a costa de las reservas.
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