Yanis Varoufakis, ministro de Finanzas de Grecia, aseguró ayer que renunciaría si la población votaba a favor del Sí en el referendo del domingo sobre el programa de rescate propuesto por los acreedores.
En entrevista con Bloomberg Television, el encargado de las finanzas públicas helenas afirmó que “preferiría cortarse un brazo” antes que aprobar un acuerdo que no incluya una reestructuración de la deuda nacional.
El Fondo Monetario Internacional advirtió en un informe publicado ayer que el país necesita 50 mil millones de euros (US$ 55 mil millones) adicionales en los próximos tres años, incluyendo al menos 36 mil millones de euros (US$ 40 mil millones) de sus socios europeos, y términos más flexibles para que su deuda sea sostenible. El organismo también alertó que la nación enfrenta décadas de altísima deuda que la hará vulnerable a futuras crisis y llamó a Europa a concederle un alivio de deuda “amplio” y duplicar sus vencimientos de 20 a 40 años.
Al consultarle si es que seguiría siendo ministro el lunes si es que la nación respaldaba la austeridad en el plebiscito, el profesor de economía respondió que “no… personalmente no firmaré otro acuerdo de extender y fingir”. Varoufakis se mantendría como miembro del Parlamento incluso si dimite.
Los líderes europeos han planteado la consulta del domingo como un voto sobre la membresía de Grecia en la zona euro, pero Varoufakis desestimó esa visión declarando que las conversaciones con el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo serían reanudadas incluso si gana el No.
Si el resultado es favorable para el oficialismo, el gobierno “comenzaría inmediatamente las negociaciones”, acotó. “Créanme, habrá un acuerdo”, añadió y luego expresó que la nación “realmente quiere quedarse en el euro de manera desesperada”.
En el caso que el Sí obtenga la mayoría de los votos, el miembro de Syriza pronosticó que podría haber cambios en la administración.
“Somos demócratas recalcitrantes. Vamos a llevar esto al pueblo griego y si el pueblo griego dice que sí, haremos lo que sea necesario para asegurar que sea firmado”, citó el periódico Financial Times. “Quizás cambiaremos la configuración del gobierno. Algunos de nosotros podríamos no ser capaces de soportarlo”, manifestó.
Una encuesta realizada el martes reveló que 47% de los consultados votaría Sí y 43% se inclinaría por el No, con un margen de error de 3,1 puntos porcentuales. GPO, la firma a cargo del sondeo, alertó que los resultados eran parciales y que las opiniones eran muy volátiles.
Depósitos seguros
El cierre de los bancos locales durante esta semana y la imposición de controles de capital han llevado a varios medios a especular que los depósitos podrían ser confiscados para apuntalar las finanzas públicas.
El ministro de Estado, Nikos Pappas, intentó calmar las preocupaciones señalando a Bloomberg Television que el gobierno no ve razones para aplicar un “bail-in”.
Por su parte, Varoufakis insistió en que los prestamistas griegos podrán abrir sin dificultades sus sucursales el martes y culpó a los acreedores por obligarlos a no operar.
“Hubo una decisión política por parte de Europa de cerrar los bancos como una manera de empujarnos efectivamente a aceptar un acuerdo no viable”, aseveró. “Una vez que termine la crisis política, después de que el pueblo griego entregue su veredicto, los bancos abrirán”.
El ministro de Finanzas confidenció que él no ha hecho filas en los cajeros automáticos para retirar los 60 euros diarios permitidos, pero puntualizó que su esposa y él están “viviendo una vida muy frugal”.
En tanto, la agencia Moody’s recortó la nota soberana de Grecia desde Caa2 a Caa3 luego de que el país incumpliera el pago de un préstamo del FMI. La calificación está en revisión para una posible nueva reducción.
Moody’s explicó que el principal factor detrás de su decisión es que “la probabilidad de que se continúe entregando apoyo en el mediano plazo ha caído desde la asignación de la nota Caa2 en abril, sin importar el resultado del referendo del domingo”.
La agencia añadió que sin un respaldo constante por parte de los acreedores, Grecia entrará en default también sobre su deuda privada.
Riksbank recorta aún más la tasa de interés hacia terreno negativo
Entidad argumentó que la agitación en Grecia podía presionar al alza a la divisa local, la corona.
El banco central de Suecia empujó su principal tasa de interés más hacia terreno negativo y expandió sus compras de bonos hasta fin de año a medida que los problemas en Grecia elevan la posibilidad de nuevas alzas por parte de la corona local. El Riksbank recortó la tasa repo desde -0,25% a -0,35%, reducción que fue prevista por cuatro de los 18 analistas sondeados por Bloomberg. Además, el organismo emisor amplió su programa de compra de bonos en 45 mil millones de coronas (US$ 5.300 millones) hasta fin de año, con lo que añadió 80 mil millones de coronas a las 90 mil millones de coronas ya anunciadas. "La inflación está subiendo y la actividad económica en Suecia continúa fortaleciéndose", sostuvo el banco en un comunicado. "Pero la incertidumbre en el exterior ha aumentado y es difícil evaluar las consecuencias de la situación en Grecia. Desde la decisión de la tasa repo en abril, la corona se ha vuelto más fuerte que lo que el Riksbank había pronosticado y el desarrollo del tipo de cambio se mantiene como un riesgo para el incremento en la inflación". La entidad había realizado dos rebajas a inicios de año ya que el histórico estímulo por parte del Banco Central Europeo amenazaba con impulsar aún más el valor de la corona frente al euro (se había apreciado 2% en lo que iba del año hasta el miércoles) y con dificultar aún más la lucha para lograr que se incremente el costo de la vida. La variación de los precios ha estado cerca de cero desde fines de 2012.
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