El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó ayer Orlando y se reunió con los sobrevivientes y familiares de las 49 víctimas de la masacre del fin de semana en un club nocturno gay, en momentos en que las autoridades además estudian presentar cargos contra la esposa de Omar Mateen, el autor del hecho, por haber tenido conocimiento de su intención de perpetrar el ataque y no denunciarlo.
Acompañado del vicepresidente Joe Biden, el jefe de Estado llevó a cabo un nuevo viaje, que se suma a la larga lista que ha realizado en siete años y medio de gobierno para consolar a afectados por tiroteos masivos.
Tras sostener un encuentro previo con integrantes de equipos de emergencia y personal médico que, la madrugada del domingo, trabajaron arduamente para socorrer a los 53 heridos, ambas autoridades rindieron homenaje a los fallecidos en el centro de la ciudad.
En su discurso, el titular de la Casa Blanca llamó a la unión de los estadounidenses, y al respeto hacia los inmigrantes y miembros de la comunidad homosexual.
Además, pidió al Congreso de su país actuar a favor de un mayor control de armas porque, de lo contrario, “seguiremos viendo más masacres como esta”. “Nuestras políticas conspiran para facilitarle la tarea a los terroristas o desequilibrados para comprar armas poderosas”, dijo. Agregó que es necesario hacer más para evitar “lobos solitarios” y que “los grupos extremistas deben ser destruidos”.
Su mensaje y visita podrían ayudar a impulsar la carrera presidencial de la virtual nominada a la Casa Blanca por su partido, Hillary Clinton, quien siempre se ha mostrado a favor de leyes que limiten la venta de material bélico, con lo que podrían evitarse hechos similares.
De hecho, analistas consideran que el reciente ataque podría cambiar el curso de las elecciones por haberse registrado en un estado que tiene gran importancia política: Florida. Ahí, Obama ganó en 2008 y 2012, pero los republicanos tienen el control de la gobernación y la legislatura.
En una clara demostración de unidad bipartidista frente a la tragedia, el jefe de Estado estuvo acompañado ayer por el senador de Florida y ex precandidato republicano, Marco Rubio, quien ha sido un férreo crítico de su gestión.
Debate por control de armas
A raíz de la masacre, el Senado de EEUU pasó a discutir sobre la violencia armada en el país.
Tras una maratónica jornada, de casi quince horas, los demócratas lograron poner fin ayer al debate, luego de que los republicanos aceptaran votar sobre los nuevos límites del control de armas, que incluirán la amplia verificación de antecedentes y la restricción de compras de armas a personas que figuren en listas de presuntos terroristas.
Chris Murphy, de la bancada liberal, anunció que no se ha definido si se llevará a cabo esta semana o la próxima, pero reiteró que ya existe el compromiso.
En tanto, el conservador Robert Portman se mostró a favor de restringirle la posibilidad de comprar armas a terroristas “que están legítimamente en la lista de vigilancia”.
La iniciativa sería la primera que se lleva a cabo en el país en más de 20 años y luego de convertirse en uno de los temas más controversiales en el Congreso por la reiterada oposición de los republicanos a aprobar la ley, al considerar que con ella se infringe el derecho constitucional de los ciudadanos de portar armas. Y es que, según la Campaña Brady, EEUU tiene la proporción más alta del mundo de posesión de armas: nueve de cada diez ciudadanos.
Revelaciones
Las investigaciones sobre el contenido del celular de Mateen, que fue recuperado de la escena del crimen, revelaron que el atacante y su esposa, Noor Zahi Salman, intercambiaron mensajes de texto durante el tiroteo.
También se supo que el sujeto, desde el club, escribió en Facebook: “América y Rusia, dejen de bombardear al Estado Islámico (…) asesinan a mujeres a niños y ahora probarán el sabor de la venganza”. Por ello, autoridades han pedido al dueño de la red social, Mark Zuckerberg, entregar toda la información sobre la cuenta del asesino.
eeuu podría tener gobierno de mujeres
Hillary Clinton hizo historia cuando logró consolidar su nominación como candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, pero podría ir incluso más allá al incluir a otra mujer como su compañera de fórmula. Según reseñó ayer el diario The Wall Street Journal, se trataría de la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, una voz líder del progresismo que ha sido considerada por analistas como una de las figuras del partido con mayor influencia en el país. En medios, se destaca su mérito por articular discursos sobre las desigualdades, abusos de Wall Street y la erosión de la clase media, temas con los que podría identificarse una gran porción de los norteamericanos. Por ello, Warren sería ideal no sólo para ayudar a Clinton a enfrentar al virtual candidato republicano, Donald Trump, sino además para sumar los seguidores del senador por Vermont, Bernie Sanders, que pertenecen a un ala más liberal del partido demócrata. De ganar Clinton en noviembre, y de elegir de hecho a Warren, sería la primera vez que EEUU es gobernado por mujeres.
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