El republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton avanzaron en las internas de sus partidos, aunque sus respectivos rivales, Ted Cruz y Bernie Sanders, no se quedaron con las manos vacías en las primarias del martes en la noche en tres estados del oeste del país.
Una parte de la dirección del partido conservador continúa intentando que la nominación del magnate no llegue a buen puerto y quiere evitar a toda costa que logre los 1.237 delegados necesarios. La posibilidad de una disputa reñida durante la convención de julio sigue abierta después de la última jornada.
Favoritos se consolidan
Trump logró hacerse con el gran premio en Arizona y reforzó su avance, pero perdió todo en Utah, que prefirió inclinarse por el senador Cruz, quien se quedó con los 40 delegados del estado al alzarse con más de la mitad de los votos.
Tras el pulso, el ex gobernador de Florida y ex aspirante presidencial, Jeb Bush, anunció ayer su respaldo al senador de origen cubano en la carrera.
Todo apunta a una batalla campal el 5 de abril en Wisconsin para determinar si Trump sigue su camino o si el esfuerzo para detenerlo finalmente logra tomar impulso.
Por su parte, Clinton logró afianzarse rumbo a la nominación al imponerse en el estado que atribuía más delegados, Arizona, con 61% de los votos; sin embargo, Sanders busca seguir en la contienda.
El senador venció con gran diferencia a Clinton en Utah y en Idaho, y consideró que “estas victorias decisivas me dan confianza de que seguiremos obteniendo importantes triunfos en las disputas venideras”.
La brecha entre ambos es grande. De un total de 2.383 delegados que requieren para la candidatura, Clinton cuenta con más de 1.700 frente a 930 de Sanders, incluyendo los superdelegados, según CNN.
La próxima vez que los dos se medirán en las urnas será el 26 de marzo en Alaska, Hawaii y Washington.
Bruselas en las primarias
El tono de la jornada se vio afectado por los atentados de ISIS que dejaron 31 muertos y más de 200 heridos en Bruselas.
Clinton repudió la reacción de los republicanos. “Lo último que necesitamos es un dirigente que incite al miedo”, dijo.
Trump evocó el uso de la tortura y reiteró su pedido de cerrar la frontera a los musulmanes, mientras que Cruz llamó al patrullaje de barrios islámicos.
Sobre esto último se refirió el presidente Barack Obama, desde Argentina, quien descartó sea la mejor opción, pues consideró que la comunidad musulmana estadounidense está muy integrada y que no deben sufrir rechazo por las acciones de los terroristas.
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