China podría enfrentar una grave escasez de agua en 2030 a menos que aumente la capacidad de almacenamiento. Las interrupciones de suministro ya afectan al menos 11 provincias y a algunas empresas, advierten los analistas.
“Los recursos hídricos caen anualmente y la creciente escasez afectará el crecimiento y amenazará la estabilidad social”, declaró Debra Tan, que dirige la ONG China Water Risk.
Un fabricante ya cerró plantas en varias provincias, en parte debido a la escasez de agua, y la crisis ya cuesta a la economía un 2,3% del PIB.
“El impacto económico de la escasez de agua ya ocurre”, afirmó el analista del HSBC Chan Wai-shin. Para enfrentar el desafío el gobierno se impuso varios objetivos para 2015 y 2020, que obligan a las empresas a cambiar la forma en que usan el agua.
“El duodécimo plan quinquenal reconoce claramente que el precio del agua subirá”, dijo Chan. Aunque las tarifas del agua han subido en China, están tres a cinco veces debajo del precio real, estimó Tan. “El gobierno no puede subir los precios de golpe, o podría haber inestabilidad social, pero los aumentos son necesarios”.
Tan aseguró que 11 de las 31 provincias chinas están debajo del nivel de escasez de agua del Banco Mundial de 1.000 metros cúbicos anuales por persona. Estas representan el 45% del PIB chino, el 40% de su producción agrícola y más de la mitad de su producción industrial.
Hilton añadió que algunas de las fábricas del plan oficial para trasladar industrias al oeste de China – donde hay escasez de agua – son grandes consumidores de agua, lo que pone en duda su futuro. Un reporte de HSBC advirtió que “la escasez de agua es real en China y el cambio climático la agudiza aún más”.
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