Por Catalina González s.
El presidente Ollanta Humala cumplió el domingo un mes a la cabeza de Perú, y ha logrado calmar en poco tiempo a los inversionistas, con un fuerte mensaje de inclusión social y con una política más calmada en comparación con sus antecesores.
Cuando se conocieron los resultados de la elección que dio como ganador a Humala la bolsa peruana registró la peor caída de su historia, retrocediendo 12,51% el 6 de junio. Pero con un mes en el poder, las aguas se han ido calmando.
“Ha mejorado bastante la incertidumbre que se tenía en un comienzo. Aunque se preveía que la relación entre empresarios y gobierno no iba a ser muy buena, en el momento que nombró al ministro de Economía y al ministro de Producción eso cambió”, aseguró a DF el analista económico, decano de la Facultad de Negocios de la Universidad de Lima, Javier Zúñiga.
Además de los nombramientos, uno de los mayores impulsos a su gestión ha sido el reciente gravamen a las mineras sobre las utilidades extraordinarias, que le permitirá al Estado recaudar 3.000 millones de soles al año
(US$ 1.097 millones).
Con ello, podrán ponerse en marcha los proyectos de inversión que se ejecutarán en los próximos cinco años, destinándose alrededor de US$ 73.000 millones. “De esa inversión, 50% provendrá del sector minero”, apuntó Zúñiga.
Humala ha mostrado un estilo distinto a sus antecesores. Después del 28 de julio, estuvo 16 días alejado del escenario público y cuando finalmente apareció declaró “estar trabajando”. “Menos palabras y más acción”, agregó, dejando claro su estilo para conducir el nuevo gobierno. Y los ciudadanos lo respaldan. Su popularidad pasó de 55% recién electo a 62%, según la última encuesta encargada por Gestión a Datum.
Hincapié en la inclusión
Mientras tanto, la economía de Perú sigue creciendo. Esta se expandió 6,6% en el segundo trimestre de este año, siendo el séptimo trimestre consecutivo de crecimiento, de acuerdo a los datos entregados ayer por el Instituto Nacional de Estadística.
Pero ahora, el gobierno enfrenta nuevos desafíos. Ya aumentó el salario mínimo para 2012, que quedaría en 750 soles (US$ 274), priorizando la inclusión social y buscando bajar el índice de pobreza en el país, que en algunas zonas alcanza un 30%.
“Mi balance es positivo. En un mes, el Gobierno ha dado buenas señales, con mensajes alentadores y algunos cambios inmediatos, como el aumento del sueldo mínimo”, señaló a El Comercio la presidenta de la Confederación General de Trabajadores de Perú, Carmela Sifuentes.
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