El Tesoro italiano cerró hoy de manera positiva una tanda de tres emisiones de deuda al lograr colocar 5.478 millones de euros, casi el total de lo ofrecido, en subastas de bonos con vencimiento a cinco y diez años y con una tasa de interés menor que en la pasada emisión.
Ante la "buena marcha de las entradas fiscales", el Tesoro consideró que no necesitará en breve más financiación y por ello se toma una pausa veraniega y ha suspendido la próxima emisión del 14 de agosto.
Italia empezaba la semana pasada con la incertidumbre sobre cuáles serían los resultados de sus emisiones de deuda en un momento de fuertes presiones sobre los mercados de la zona del euro pero, según los analistas, el país ha salido airoso y ha demostrado que aun atrae a los inversores.
Mucho tuvo que ver en el resultado de estas subastas las declaraciones realizadas por el presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi, en las que se comprometía a "hacer de todo para salvar el euro".
Unas palabras que salieron reforzadas tras el comunicado conjunto de ayer del presidente del Gobierno italiano, Mario Monti, y la canciller alemana, Angela Merkel, en el que también aseguraban que se "adoptarán todas las medidas necesarias para proteger la zona euro".
Un optimismo que llevó hoy al Tesoro italiano a colocar 2.484 millones de euros en deuda soberana con vencimiento en 2022 - respecto a los 2.500 millones que se sacaron a subasta - y con un rendimiento del 5,96 %, una bajada respecto al 6,19 % de la subasta de julio.
Mientras que en lo que se refiere a los bonos a cinco años, se colocaron 2.243 millones de euros, de los 2.250 ofrecidos, y con un rendimiento del 5,29 %, lo que supone una bajada del 0,55 por ciento respecto a la anterior emisión.