Moody’s revisará ratings de 17 bancos globales
Calificadora rebajó notas de ocho regiones españolas. Cataluña quedó a un peldaño de “bono basura”.
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La calificadora de crédito Moody’s anunció que evalúa los ratings de 17 bancos e instituciones financieras globales y 114 europeas, poco después de las rebajas que sufrieron hace pocos días seis países europeos, incluida España y Francia.
Ambos países colocaron 14.200 millones de euros en sus primeras subastas desde su rebaja, con más demanda que la cantidad ofrecida. Los intereses para los bonos galos a 10 años bajaron, mientras los de España subieron tras el cierre.
Francia vendió 8.450 millones de euros en bonos de dos, tres y cinco años, y 1.710 millones de euros en deuda vinculada a índices. España recaudó 4.070 millones de euros con vencimientos en 2015 y octubre de 2019.
Los rendimientos de los bonos galos a 10 años siguieron sin cambios en 2,99% y han caído 14 puntos básicos desde comienzos de año, a pesar de que la calificadora Standard & Poor’s privó a Francia de su rating AAA el 13 de enero. Los bonos españoles a 10 años subieron dos puntos básicos tras la subasta a 5,548%.
“Bono basura”
Tras la rebaja que Moody’s hizo sobre la calificación a la deuda soberana de España el pasado lunes, la agencia de medición de riesgos además redujo ayer las calificaciones de ocho comunidades autónomas españolas, dos diputaciones forales y el Consorcio de Transportes de Vizcaya.
Las comunidades son Andalucía, País Vasco, Castilla-León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid y Murcia, en tanto que las diputaciones forales, Vizcaya y Guipúzcoa. Cataluña resultó la más afectada y quedó con apenas un peldaño por encima del “bono basura”.
Moody’s añadió que entre los 17 entidades podría rebajar hasta tres escalones la calificación crediticia a largo plazo de UBS, Credit Suisse y Morgan Stanley.
Entre los bancos que podrían ser rebajados dos peldaños están Barclays, BNP Paribas, Credit Agricole, Deutsche Bank, HSBC Holdings y Goldman Sachs.
Moody’s aseguró que su medida refleja el impacto de la crisis de deuda y el empeoramiento de la solvencia de los gobiernos europeos.
Citó condiciones de financiamiento más frágiles, cargas normativas mayores y un ambiente económico más duro para su revisión de los bancos y firmas de valores con alcance mundial.