América Latina podría manejar la presión adicional de capitales japoneses que llegarán huyendo del relajamiento monetario del banco central nipón, sobre todo si su efecto es amortiguado por un menor ritmo de recompras de la Reserva Federal, dijo un alto funcionario del FMI.
Las tasas de interés bajas en el mundo desarrollado, que buscan reactivar las economías, provocaron en los últimos cinco años un éxodo de inversiones de capital hacia mercados emergentes con mejores retornos como Latinoamérica. Pero la región lucha contra el efecto colateral que trajo el dinero del exterior: el exceso de dólares apreció sus monedas.
“Lo que vemos en los mercados locales es manejable, claramente el relajamiento de la política monetaria en Japón va a jugar un rol”, afirmó el director del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, en una reciente entrevista con Reuters.
Aunque dijo que es temprano para medir las consecuencias de otra avalancha de dinero en la región, cree que el efecto del relajamiento monetario nipón sería menor al de la Reserva Federal, en parte porque los portafolios en yenes tienen menor participación en Latinoamérica que las carteras en dólares. “Tal vez las dos políticas (de EEUU y Japón) justo están en etapas diferentes en su grado de maduración y se van balanceando”, observó. (Reuters)