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Cartas

Cartas al Director

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 12 de diciembre de 2014 a las 05:00 hrs.

Detenciones ciudadanas


Señor Director:
La semana pasada se informó de un incidente que involucró a un sujeto que, viendo frustrado su intento por apropiarse ilícitamente de bienes de un tercero, fue detenido por transeúntes y luego maniatado, despojado de sus ropas y sujeto semi desnudo a un poste de la vía pública. Tal acción fue denominada "detención ciudadana".
Este martes ocurrió un nuevo caso de "detención ciudadana", ahora sufrida por un sujeto que supuestamente ingresaba a un domicilio con la intención de sustraer especies de su interior. Dicho sujeto fue amarrado a una reja, golpeado y despojado de sus ropas, tanto por el propietario como por los vecinos del lugar.
Ambos hechos muestran una reacción que expresa encono, brutalidad y denigración de seres humano, y dan cuenta de un suceso preocupante que amenaza y desborda los medios de control y reacción previstos institucionalmente, tornando una respuesta en principio legítima frente al ataque de un agresor, en una demostración de incivilidad, todo lo contrario de "ciudadana".
No es ni legal, ni legítimo que alguien pretenda despojar ilícitamente a otro de su propiedad. Frente a tal hecho, la sociedad otorga a sus miembros la posibilidad de repeler la agresión (legítima defensa propia o de terceros) y de detener al agresor (detención por flagrancia), en este último caso, sólo para ponerlo inmediatamente a disposición de la policía, hipótesis expresamente contempladas por el ordenamiento jurídico.
Que un grupo de personas, so pretexto de repeler un delito, no sólo reduzcan a quien lo comete, sino que además lo maltraten, golpeen y denigren públicamente, rebasa cualquier derecho de defensa de intereses propios o ajenos y nada tiene que ver con la justicia. La transformación de estos actos de barbarie en un espectáculo, grabado y difundido, no solo atenta contra la dignidad del maltratado, sino que muy gravemente también contra el modo en que hemos decidido solucionar estos conflictos.
En fin, catalogar como "detención ciudadana" a lo que no puede ser descrito sino como un linchamiento denigrante es negar que entre ciudadanos no hay castigo al margen de la pena estatal, única reprimenda auténticamente "ciudadana".

Miguel Chaves P.
Chaves, Awad, Contreras, Schürman
Abogados


Signos totalitarios


Señor Director:
En relación a la respuesta a mi carta del Sr. Molina (publicada en la edición de ayer jueves de Diario Financiero), donde indica no entender a qué mayorías desaprobadoras del gobierno me refiero, le recuerdo que la encuesta Plaza Pública Cadem del 5 de diciembre informa que un 53% de los encuestados desaprueba la forma en que la Presidenta está conduciendo el gobierno, un 52% no está de acuerdo con la reforma tributaria aprobada y un 54% no está de acuerdo con la reforma educacional, es decir el mandato ciudadano se ha invertido apenas ha conocido el detalle de estas reformas y sus consecuencias.
En vista de lo anterior, la Presidenta responde no gobernar por encuestas, pero dispone masiva propaganda estatal para revertirla. Sin embargo, no espera los resultados de su propaganda sino que por el contrario acelera la improvisada reforma educacional que es ya ampliamente reconocida como insensata.
Esta forma de hacer política, en mi opinión merece amplio y enérgico rechazo puesto que representa un abuso político que solo pretende imponer la visión ideológica de un líder. A esto me refiero cuando digo que este modo de proceder tiene signos de totalitarismo propios de quien hasta la fecha respeta un régimen como el de la ex Alemania comunista que persistentemente manipuló y despreció el interés ciudadano.

Juan Ariztía Correa


Estrés


Señor Director:
Leyendo la estrambótica novela "Dinero" del británico Martin Amis, me cruzo con la enigmática frase: todo se compra con Dinero, incluso el estrés.

Gabriel Guiloff

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